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El vial de acceso del transporte sanitario del HUCA con vehículos mal estacionados a ambos lado de la calzada.
El nuevo HUCA cumplirá dos años en servicio aún sin licencia de actividad

El nuevo HUCA cumplirá dos años en servicio aún sin licencia de actividad

Gispasa ofrece un acuerdo al Ayuntamiento para, al menos, regular el tráfico hasta que se acaben los accesos

GONZALO DÍAZ-RUBÍN

Lunes, 25 de abril 2016, 01:34

Hace ahora justo dos años, un informe municipal advertía al Principado de que no se concedería licencia de actividad al nuevo Hospital Universitario Central de Asturias hasta que no se completasen las obras de urbanización. Y ahí seguimos. El Plan Especial de La Cadellada, dos años después de la apertura del Hospital, sigue siendo un ámbito en ejecución. La interinidad del centro sanitario -300 millones de euros en obras y 100 más en equipamiento- genera disfunciones que, ni si quiera ahora, que ambas administraciones están gobernadas por socialistas, se han podido solucionar. Para la Policía Local, la ciudad sanitaria de La Cadellada es territorio sin ley. Con los viales de la urbanización sin recibir, pendientes de que, en algún momento de 2017 concluyan las obras del acceso desde la AS-II, los agentes no tienen competencia ni autoridad para poner orden en los más que habituales problemas de tráfico y estacionamientos irregulares que afectan al Hospital. «Gispasa nos ha propuesto un convenio, una fórmula para tratar de solucionarlo, pero los técnicos municipales lo están estudiando y es una situación difícil», explica el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández.

Si la misma pregunta sobre la situación irregular del HUCA, se le traslada al concejal de Urbanismo y Licencias, Ignacio Fernández del Páramo, la respuesta es una apresurada negativa a entrar en detalles. Tampoco está claro que, sin licencia de actividad ni acta de recepción a efectos urbanísticos, pueda concederse el permiso de vertidos.

En realidad, esta anomalía se fraguó en unos pocos meses a las puertas de las elecciones autonómicas de 2015. A finales del año precedente, el Principado comenzó a sondear al Ayuntamiento la posibilidad de poner en servicio el nuevo Hospital pese a que el plan especial de accesos diseñado para darle servicio estaba, y aún lo está, incompleto. Los técnicos municipales cogieron los datos de tráfico del proyecto, contemplaron el nivel de ejecución de las obras y concluyeron que no era posible. Exigieron, como primera medida, que se completara el anillo perimetral, cuya ejecución se había dejado a medias.

La presión aumentó. El Principado adujo que la negativa municipal perjudicaría a los pacientes, que no podrían beneficiarse en sus tratamientos de los nuevos y modernos equipos disponibles en el nuevo HUCA. En enero, el Ayuntamiento abrió la mano y concedió un permiso parcial únicamente para los servicios de Radioterapia, pero que excluía expresamente la apertura de otras áreas y de las consultas y obligaba a mantener cerrados dos de los accesos al recinto sanitario, a que solo se podría entrar desde la calle Amsterdam.

Salvar las apariencias

Por el medio, el Principado siguió adelante. Licitó la parte restante del anillo perimetral, pero mantuvo sus planes de traslado de toda la actividad sanitaria de El Cristo a La Cadellada sin esperar por la autorización municipal. Al Ayuntamiento no le quedó otra que agachar la cabeza. «No podíamos paralizarlo, aunque tuviésemos razón», razona un concejal del anterior equipo de gobierno. La misma razón que frena cualquier actuación municipal aún hoy en día y deja la actividad del HUCA en precario.

La situación ha dado lugar a episodios memorables. Con el traslado concluido en junio de 2014, al Grupo Municipal de Foro se le ocurrió preguntar por qué el Ayuntamiento había permitía el «traslado», hecho en apenas unos pocos días de convoyes entre El Cristo y La Cadellada, si no había permisos de actividad. La responsable de Licencias se agarró a la literalidad de la pregunta para salirse por la tangente y explicar que el Ayuntamiento no es competente para autorizar mudanzas, sino sobre «la ocupación del edificio careciendo de algún requisito para su puesta en uso». Así que, «oficialmente, no hay constancia de la apertura del HUCA», dejó escrito la funcionaria con el hospital ya a pleno rendimiento.

Disfunciones

Para la Policía Local es un quebradero de cabeza. «Solo actuamos en casos especialmente graves», advierte un agente asignado a la grúa. Lo hacen casi de puntillas y cuando el estacionamiento irregular amenaza la salida y entrada de ambulancias, cosa que no es extraña. «A veces, tenemos problemas para pasar con las camillas entre los coches en doble fila», relata un trabajador del transporte sanitario.

¿Cuándo acabarán los problemas? Si no se encuentra encaje jurídico a la última propuesta de Gispasa para que la Policía Local pueda actuar en el recinto, habrá que esperar a que terminen las ya demoradas obras del enlace entre la AS-II y la ciudad sanitaria. Las prescripciones de la ficha del plan especial obligaban al Principado a elaborar una previsión de conexiones y accesos al complejo hospitalario.

La medida dio lugar a un documento de implantación territorial del hospital, con un plan de accesos, sin embargo, en 2008, el Ayuntamiento se encontró con que la Administración regional dejaba aparcado el acceso desde la AS-II. Protestó y amenazó con ir a los tribunales, recordando que el plan no preveía la ejecución por fases. No lo hizo. Tampoco, cuando se puso en marcha el centro. Licencias explicó que no era posible abrir expediente sancionador en tanto «no se haya finalizado el procedimiento de la restauración» de la legalidad. Con todo las calles, plazas o los aparcamientos de La Cadellada siguen sin existir oficialmente.

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