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SUSANA NEIRA
Jueves, 14 de abril 2016, 03:08
«El déficit de personal que existe en el Ayuntamiento que hoy me honro en presidir no es repentino ni casual. Es el resultado de más de dos décadas de políticas que trataron de restringir los servicios públicos al máximo en favor de contratos privados». Con esta lanza replicó ayer el alcalde, Wenceslao López, al delegado del Gobierno en funciones de Asturias, Gabino Lorenzo, que quiso puntualizar en un escrito el día anterior unas críticas del Gobierno local a la falta de plantilla de Bomberos y las dificultades para contratar más.
El socialista comienza su misiva en un tono de chanza - «agradezco sinceramente su carta y el esmero en explicar con todo lujo de detalles las limitaciones que existen para crear empleo público en el servicio de Bomberos en aplicación de la legislación vigente», ironiza- y a partir de ahí tira de argumentos para contrarrestar los de De Lorenzo, que mantuvo que el servicio no está sujeto a límites de personal.
El socialista le recordó que el Ayuntamiento está obligado a respetar la normativa aprobada por el Gobierno del PP en 2011 que «como usted mismo señala en su misiva, permite como máximo reponer las jubilaciones o fallecimientos que se hayan producido el año anterior» en Bomberos y la Policía local. Una tasa que tachó de «absolutamente exigua» para suplir las «deficiencias endémicas» que padece el servicio de Bomberos.
Porque dicha falta de plantilla, señala López, no viene de ahora sino que es «una carencia histórica». Una que al actual equipo de gobierno le corregir con la convocatoria de nuevas plazas para ofrecer un mejor servicio pero que «choca frontalmente con las restricciones legales impuestas» por el Gobierno del PP desde 2011.
El Gobierno local, le recordó el socialista, incluye en la Oferta Pública de Empleo de 2016 más de una veintena de plazas de Policía local, «algunas de ellas pendientes de convocatoria desde 2007». Cifra, eso sí, que no resulta suficiente para tapar los 'huecos' que López cifró ayer: «Para usted no es un secreto que el empleo público en el Ayuntamiento ha perdido el 20% de sus funcionarios en las últimas dos décadas», concluye antes de enviarle, como había recibido el día anterior, «un cordial saludo».
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