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Idoya Rey
Martes, 5 de abril 2016, 03:08
Pasaban apenas unos minutos de las siete de la tarde cuando de súbito en la centralita de la Policía Local entraron una decena de llamadas al mismo tiempo. Todas alertaban de una pelea que se estaba produciendo en pleno centro de la ciudad, a plena luz del día. Esas primeras alertas ya hablaban de heridos llenos de sangre. Cuando los agentes llegaron, apenas unos minutos más tarde, al lugar indicado, a la altura del número 56 de General Elorza, comprobaron la gravedad de los hechos: dos personas un hombre y un joven que podrían ser padre e hijo, yacían tendidos en el suelo completamente ensangrentados. Les habían apuñalado en un enfrentamiento entre su familia y otra, ambas de origen rumano.
Los agentes trataron primero de disolver la multitudinaria reyerta, en la que se contabilizaban al menos una treintena de personas, y acordonar la zona mientras los efectivos sanitarios atendían a los heridos más graves. En ese caos entre hombres y mujeres, y algún menor de por medio, peleándose a gritos y golpes, los agentes localizaron a dos personas que portaban cuchillos de grandes dimensiones. «No era una navaja», describían los testigos. Los agentes incautaron varias armas blancas que habían tirado por la zona. Los dos hombres fueron arrestados y trasladados a la Comisaría de la Policía Nacional.
«Comenzamos a escuchar gritos, muchos gritos de mujeres. Cuando salí vi a mucha gente pelándose. Entraron en el bar de aquí al lado y se llevaron una banqueta para golpear a alguien con ella. La Policía llegó rapidísimo», explicaba Ana, propietaria de un negocio de la zona. Otros comerciantes observaron la misma escena. «Salí y vi a dos hombres tendidos en el suelo. Llamé inmediatamente a la Policía», comentaba el regidor de otro negocio de la zona.
Determinar el número de heridos en esos primeros momentos se volvía complicado. Dos UVI móviles atendían a los más graves, mientras en el exterior, quienes permanecían retenidos por los agentes en el proceso de identificación, continuaban con reproches e incluso se enzarzaban en nuevos conatos de pelea. Los agentes registraban entre las prendas de hombres y mujeres en búsqueda de más armas que pudieran haberse utilizado en la pelea. Porque había más heridos con cortes.
Al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de desplazaron cinco heridos por arma blanca. El más grave presentaba una puñalada en el abdomen y, a última hora de la tarde, entró en quirófano en estado crítico. El otro herido de gravedad, un joven de 20 años, presentaba cuatro puñaladas en el costado izquierdo. «Estaban completamente ensangrentados, estaban muy graves», lamentaban testigos presenciales del suceso.
Hubo otras personas, hasta sumar cerca de la decena, que recibieron asistencia sanitaria, algunas atendidos en el centro de salud de La Lila. Una de ellas presentaba golpes en la cabeza. Entre los heridos había un menor de edad, según informaron fuentes de la investigación. Algunas víctimas estaban también custodiados por los agentes, es decir arrestadas por su participación en la pelea. En total, fueron ocho los detenidos, cinco de los cuales están en el hospital. Fuentes policiales no descartan que se produzcan nuevas detenciones en las próximas horas. Las dos familias implicadas ya habían mantenido un enfrentamiento el pasado viernes, que pudo ser el detonante del incidente ocurrido en la tarde del lunes.
En todo caso la investigación policial determinará el número de implicados y el motivo de la pelea. Una primera hipótesis recabada en ese desconcierto apuntaba, según indicaron fuentes del caso, de que una de las familias trataba de recuperar a su hija a cambio de dinero. El pasado día 24 la Policía Nacional y la Local intervinieron en una pelea entre dos familias rumanas. Ocurrió en la calle Víctor Hevia y se hablaba también de una joven con una relación con un hombre del otro bando que trataban de impedir. Los agentes investigan si ese incidente tiene relación con los hechos ocurridos ayer. Otras fuentes también estudiaban si la pelea entre las familias se había generado por el área donde ejercían la mendicidad. El enfrentamiento se habría enconado durante los últimos días, tras una disputa previa en la que una de las familias habría herido a una joven del otro bando. En todo caso, la Policía Nacional dice que es pronto para conocer el motivo, no ofrecerán una versión única hasta que no recaben todos los testimonios.
«Esto es muy doloroso»
Tras el suceso, un grupo de cinco mujeres de uno de los bandos se apostó a las puertas de la comisaría de la Policía Nacional. En el interior estaban testificando los arrestados trasladados a dependencias policiales. Estaban visiblemente nerviosas y no quisieron hacer declaraciones. «Esto es muy doloroso», se limitaron a decir mientras pedían respeto.
Los familiares de los apuñalados también se desplazaron hasta el HUCA. Aguardaban a las puertas del edificio noticias de los heridos. Una patrulla de la Policía Local controlaba que no se produjeran nuevos incidentes. Todos las patrullas de la Policía Local y una quincena de agentes participaron para disolver la pelea. También la Policía Nacional intervino en los hechos que generaron retenciones en el tráfico en los dos sentidos de circulación de la calle General Elorza.
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