Los músicos piden al Principado que cambie la ley de Espectáculos públicos

La prohibición de organizar cualquier tipo de concierto, con música amplificada o sin ella, en el Ca Beleño, el posible cierre del local y la sanción de 6.000 euros ha puesto en pie a los músicos asturianos. Más de un centenar, entre otros Pablo Moro, Nacho Vegas o Toli Morilla, se reunieron ayer en el pub de la calle Martínez Vigil para exigir al Principado que cambie la ley de Espectáculos Públicos. La vicealcaldesa Ana Taboada y el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, acudieron al encuentro y apoyaron al sector en su reivindicación porque «falta desarrollar la ley vigente de 2002, especialmente en su apartado referido al catálogo de espacios». En su opinión, está obsoleta y no se corresponde con «una realidad social» como la actual donde un buen número de locales organizan conciertos a pesar de esta normativa. Guillermo González, presidente de la Asociación de Músicos de Oviedo, aseguró que el colectivo está «cansado de que se nos considere como una especie de delincuentes» y criticó una norma que «no está adecuada a los tiempos». Igual que Isabel Muñiz, de la Caja de Músicos de Gijón: «No queremos molestar a nadie sino poder tocar en los bares», lamento por una situación que se repite en toda la región.

El propietario del Ca Beleño, Frank Delgado, lo que propone es añadir el concepto de «bar musical» a la normativa actual para que no tenga que ser el «concejal de turno el que interprete la ley a su manera» y evitar que una llamada a la Policía Local acabe en una sanción como la que él ha recibido porque este «no es un problema de salubridad pública».