«No habrá borrón y cuenta nueva, hay que aprender de esto»

El alcalde, Wenceslao López, presidió ayer su primer Pleno y solo al término de mismo realizó declaraciones sobre una sesión en la que no prosperaron sus propuestas sobre asignación a los grupos municipales y sobre los sueldos de los ediles. «Este es un asunto que hay que afrontar de forma inevitable. Yo había hecho una propuesta como alcalde que tenía varios aspectos en consideración: el contexto económico que vivimos, y el contexto político. Entiendo que había en Oviedo unas retribuciones que superan bastante la situación económica y yo creo que dignificar la política también implica dignificar las retribuciones», expresó.

Su propuesta, dijo, iba es esa dirección porque los tiempos lo piden y «además nos movimos de donde partíamos. Hablábamos de 14 concejales liberados y llegamos a los 16, una postura a mitad de camino de los 18 que exigía el PP», reveló. Pero los populares no se movieron de su propuesta inicial. «Critican que la negociación ha sido un fracaso, pero son ellos que no han querido negociar. Negociar no es solo verbalizarlo, sino moverse de las posiciones iniciales. Para llegar a acuerdos hay que ceder. Si cada uno se atrinchera en su posición, el acuerdo es inviable», resumió.

La política que él quiere hacer es esa del diálogo, la negociación y saber ceder, «pero hay una parte en esta Corporación que entiende la política de otra forma, quizás lleven demasiado tiempo gobernando, resistiendo y atrincherados. La democracia es mucho más que votar», insistió

No obstante, el alcalde reconoció que lo que ahora toca es pasar página. «He hecho un esfuerzo para intentar llegar a un acuerdo, porque además creo que me correspondía como alcalde. Somos concejales de todos los ovetenses debemos tratar que decida una parte de Oviedo. Si no es posible, que no sea por no intentarlo. Yo he cedido, cada uno debe reflexionar sobre ello». Aunque pase página lo de ayer no supone para López un borrón y cuenta nueva. «La experiencia sirve para aprender, no para borrarla». Máxime cuando lo aprobado supone un coste anual extra «de casi un millón de euros. Es mucho dinero. Cada uno tiene que reflexionar sobre cómo entiende la política. Espero que sirva de aprendizaje para algunos», concluyó.