Caunedo, más cerca de la Alcaldía de Oviedo tras rechazar la FSA el pacto con Somos e IU

A las cinco y media de la tarde, los representantes de Somos Oviedo, PSOE e IU abandonaron la Casa Consistorial tras alcanzar un acuerdo sobre el programa de gobierno. Salieron, todos, con cara de circunstancias, de velatorio de pueblo. El acuerdo contiene lo que lleva pidiendo la izquierda en la ciudad los últimos 24 años fiscalidad progresiva, nuevas políticas sociales, control de los servicios privatizados, participación... y alguna cosa más. Alejandro Suárez, coordinador de IU, mostró su «plena satisfacción por el acuerdo» y confió en que «tengamos una alcaldesa y un gobierno de izquierdas por primera vez en 25 años». Lo malo es que todo apunta a que lo que le faltará será ese gobierno que lo lleve a cabo.

Ana Taboada, cabeza de lista de Somos, confió en que «este acuerdo en el programa lo sea mañana de investidura», pero también advirtió contra «agentes ajenos» que podrían frustrar «una oportunidad histórica» y «generar frustración», como apuntó el coordinador de IU.

El secretario general de la AMSO y candidato socialista, Wenceslao López, abandonó la reunión camino del hotel de La Gruta, de la reunión del comité autonómico de la Federación Socialista Asturiana. Lo hizo sabiendo ya que la última y retransmitida en directo reunión para alcanzar un acuerdo similar en Gijón que aupase al socialista José María Pérez, había encallado de nuevo. También la «indignación» que la negativa de Xixón Sí Puede a apoyar a su candidato le había causado a su secretario general, Javier Fernández.

López anunció que acudía dispuesto a defender, «hasta el último minuto», el acuerdo para investir a Taboada como alcaldesa. Insistió en que desde «el principio estoy trabajando en esa dirección», porque ese «es el encargo que recibimos de los ovetenses: crear una mayoría de progreso». Bajo el brazo, los papeles de sus razones: la resolución federal de la ejecutiva que dirige Pedro Sánchez que insta a propiciar gobiernos de izquierdas y, donde el PSOE no sea la fuerza del bloque, a pactar un programa y no entrar en el gobierno y el acuerdo cerrado minutos antes con Somos e IU. También argumentos: «No es lo mismo la situación de Oviedo que la de Gijón, no tienen nada que ver», subrayó.

Y otros muchos oídos en la asamblea de la agrupación. Donde varias voces advirtieron de la necesidad de terminar con el ciclo del PP después de 24 años coincidiendo con las propias dificultades de los populares o que, tras el anuncio de la convocatoria del comité autonómico de la FSA, que no tiene sentido que concejos que no se juegan nada ni nada tienen que ver con la situación de la capital del Principado decidan lo que vaya a suceder en Oviedo. También hubo voces contrarias a apoyar a la candidata de Somos. Entre ellas, las de Antonio Trevín o el exsenador José Antonio Alonso.

Dio igual, la propia pregunta que la dirección socialista asturiana planteó a los 200 miembros asistentes del comité autonómico, reunido solo para abordar la situación de Oviedo, prefiguraba la respuesta: «A la vista del Pleno Municipal de Oviedo de mañana sábado, día 13 de junio, ¿debe el cabeza de lista de los concejales electos socialistas presentarse y ser votado por estos a la Alcaldía de Oviedo?». El resultado, por 159 votos a 15, fue el de forzar a presentarse a Wenceslao López como candidato, algo que llenó de frustración a buena parte de los socialistas ovetenses e impedirá la investidura de Ana Taboada. «Javier Fernádez ha cometido un error de consecuencias impredecibles. Se frustran las expectativas de 50.000 ovetenses que votaron por el cambio usando de excusa lo de Gijón. Por qué no Sevilla o Villaviciosa», ironizó.

Rebelión o muerte

Un miembro de la ejecutiva local del PSOE definió ayer la situación de Wenceslao López como «jodida, muy jodida» ¿Y la del partido? «Igual o peor». Los próximos al candidato socialista creen que de perder esta oportunidad de arrebatar el gobierno local al PP, el partido caerá en la irrelevancia. «¿Quién va a creer que somos alternativa de nada si dejamos al PP en el Ayuntamiento y, encima lo hacemos porque no nos dejan gobernar en Gijón?», remarcaba la misma fuente.

¿Cabe la desobediencia a la decisión del comité autonómico de la FSA? «Imposible, sería una rebelión inútil, una votación partida, un desastre». Este portavoz, que exige anonimato, señala que, al menos, dos nombres «y tal vez tres» de entre los concejales electos no apoyarían a Wenceslao López si tomase esa decisión. «Lo mejor, quizá, sea esperar a que pasen las generales, a ver si esta gente entra en razón».

Por si acaso, la Federación Socialista Asturiana se encargó de remarcar ayer que la decisión adoptada ayer en el seno del comité autonómico, como máximo órgano entre congresos del partido, es «vinculante».

Horas decisivas

Aún así caben opciones remotas de que se llegue a un entendimiento en algún lado y de alguna manera, bien en Oviedo o bien en Gijón. IU llegó a proponer ayer una Alcaldía rotatoria entre PSOE y Xixón Sí Puede en Gijón y cosas más peregrinas Roberto Sánchez Ramos, Rivi o el propio Wenceslao López como alcaldes se oirán en las horas que faltarán hasta la sesión plenaria, convocada para las siete de la tarde.

Para una hora antes, Somos Oviedo llamó a la «ciudadanía» a concentrarse ante el Ayuntamiento para «defender y festejar el cambio» político. La agrupación de electores aseguró «que hay importantes grupos de presión que quieren impedir que se produzca un relevo político en el Ayuntamiento y que lo haga con un programa basado en la denuncia de la corrupción y la fiscalización de los servicios privatizados».

Previamente, por la mañana, dará una rueda de prensa para valorar la decisión de la FSA.Según avanzó Ana Taboada, es «inaudito que 100 personas ajenas a Oviedo hayan decidido por 50.000 ovetenses». Añadió que «no se vengan de Ana Taboada, se vengan de los ciudadanos. La ciudad no puede soportar otros cuatro años con el PP. Javier Fernández se ha abrazado a Gabino y a Caunedo». Finalizó haciendo un «llamamiento» a las «bases socialistas» para que se «rebelen contra la FSA».