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Mercedes García.
«No permitiré que se vayan de rositas, me hicieron sufrir mucho»

«No permitiré que se vayan de rositas, me hicieron sufrir mucho»

La sargento Mercedes García reclama al PP que cumpla con su deber y expediente por falta muy grave a los policías condenados por injuriarla

GONZALO DÍAZ-RUBÍN

Sábado, 6 de diciembre 2014, 00:30

Hace seis años, la entonces sargento interina de la Policía Local denunció ante el Ayuntamiento que varios compañeros y mandos del servicio la insultaban por la emisora, colgaban escritos con descalificaciones hacia ella en el tablón de anuncios, y cuatro personas solían criticarla durante la hora del café. El caso acabó en los tribunales y fue necesario que el Tribunal Supremo dejase establecido que los cuatro, dos intendentes, un inspector y un agente, cometieron un delito continuado de injurias contra su compañera para que el Ayuntamiento haya iniciado la apertura de un expediente.

Desde Mallorca, a donde pidió el traslado, Mercedes García regresó esta semana otra vez a Oviedo para reunirse con el equipo de gobierno y reclamar que el expediente se instruya por falta muy grave, «como corresponde a la comisión de un delito continuado», señaló a este diario. «No permitiré que se vayan de rositas, me hicieron mucho daño», afirmó. La diferencia en cómo califique el instructor la infracción de los agentes predetermina hasta dónde puede llegar su sanción administrativa. Según establece la Ley del Régimen Disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía, que subsidiariamente se aplica también a las policías municipales, una falta grave puede sancionarse con hasta tres meses de suspensión del servicio; las muy graves, con la expulsión del servicio o la suspensión hasta un máximo de seis años. Mercedes García no ha perdido contacto con la Policía Local de la ciudad, donde sigue teniendo «muchos amigos» y recuerda que, a uno de ellos, «le metieron cinco años» de suspensión «y estos señores han cometido un delito doloso y continuado, por si sirve de referencia», advierte

Desde su traslado a Mallorca, la funcionaria reconoce que le «gustaría volver cuando todo esto acabe, pero no es el momento aún». Aquí, pese a los insultos sufridos en el pasado por parte de los condenados que le repugnan, tiene familia, amigos y verde. «Cuando estás allá, echas en falta esto», resume, a la vez que agradece las muestra de apoyo recibidas, como el reconocimiento de algunas asociaciones de vecinos.

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