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En la estación de autobuses se formaron dos largas colas, una para canjear los viejos bonos y la otra para conseguir las nuevas tarjetas del CTA.
El CTA llega con largas colas para el cambio de tarjetas y normalidad en el transporte

El CTA llega con largas colas para el cambio de tarjetas y normalidad en el transporte

TUA calcula que unos 5.000 usuarios acudieron a la estación de autobuses para canjear sus viejos bonos

IDOYA REY

Martes, 2 de diciembre 2014, 00:22

La entrada del autobús urbano de la ciudad en el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) comenzó ayer con una sorprendente normalidad a bordo, mientras el revuelo se quedaba en tierra. Los autobuses de TUA se integraban ayer en el billete único que desde 2007 funciona en la región y cumplieron en horarios y frecuencias. Otra cosa es lo que ocurrió en las oficinas que TUA tiene en la estación de autobuses y en la calle Uría: se formaron largas colas para canjear los viejos bonos y adquirir las nuevas tarjetas de transporte que enfadaron a miles de usuarios, quienes reprochaban la falta de información.

A pesar del cambio que supuso la entrada en el CTA con la adaptación de los terminales de toda la flota del bus urbano, «el funcionamiento fue completamente normal, incluso más de lo que se podía prever», coincidieron desde el CTA y el Ayuntamiento. Solo algún que otro despistado olvidó que ayer, 1 de diciembre, ya no servían los viejos bonos. «Es cierto que se han usado más billetes simples que bonobuses, pero es normal en el primer día», expresó el gerente de TUA, Benigno Runza. Además, «esas personas despistadas recibieron información de los conductores que siempre son parte imprescindible en estos cambios», subrayó el concejal de Transporte, Gerardo Antuña. Una información que echaron en falta los usuarios de TUA que acudieron a la estación de autobuses para realizar el cambio de tarjetas.

A las diez de la mañana, media hora antes de que abrieran los mostradores, ya había unas cuarenta personas haciendo cola para recuperar el dinero de los viajes que no habían consumido en el viejo sistema. Una hora más tarde, la cola en el interior de la estación de autobuses ocupaba gran parte del espacio. Un guardia de seguridad informaba a los usuarios de que disponían de varios meses para canjear el importe, pero muchos preferían esperar. «Yo prefiero hacerlo todo hoy, mejor conseguir el dinero ahora, en caliente, no vaya a ser que luego no se pueda», temía Ana Corral.

En las tarjetas de su familia que portaba calculaba que podría tener unos 40 viajes, «y eso es un dinero», comentaba. Tras ella aguardaba su turno Carmen Martínez que solo quería intercambiar tres o cuatro viajes. A ella la entrada en el CTA le parecía bien, aunque reclamaba más información. Por ejemplo, se enteró en la misma cola que los bonos nuevos de diez viajes caducan al mes (siempre contando a partir del día de uso del primer viaje). «No me parece bien porque hay meses que yo no consumo diez viajes, era mucho mejor que no caducasen». Compartía la opinión Fidel Robles, satisfecho, no obstante, con la entrada en vigor del nuevo sistema. Se acababa de comprar un bono diez para tres zonas, para viajar hasta Gijón. «Lo amortizo en dos veces que viaje con mi mujer», incidía. Además fue en la espera cuando descubrió que podría realizar transbordos sin consumir nuevos viajes. «Es muy buena idea. Lo único que veo mal es que el billete normal ha subido mucho».

Pagar por las nuevas tarjetas

Rosa Pérez llevaba un cuarto de hora en la cola esperando para sacar su nuevo bono cuando los vecinos de espera le contaron que los diez viajes caducan al mes. «Me parece muy mal porque no los uso. Y además deberían devolver el dinero de las tarjetas viejas que nos costaron un euro y medio y ahora ya no sirven y tenemos que volver a pagar», recriminaba.

Otro de los usuarios de TUA Manuel Álvarez estaba sumamente enfadado por «la falta de información. «Nos cambian los nombres de las líneas y los recorridos y ahora suben el precio y no informan lo suficiente. De hecho, aquí no hay nadie para informar». Denunciaba un negocio oculto tras la venta de nuevas tarjetas: «Son muchos miles y no nos devuelven el dinero», subrayaba apoyado por Felipa Rodríguez. Ella vivió un cambio similar en Sevilla y asegura que se lo devolvieron.

Unas 5.000 personas

El gerente de TUA pasó parte de la mañana en la estación de autobuses y tuvo que aguantar alguna queja porque hubo quien, dentro de la confusión que reinaba ayer en el recinto, esperó cerca de una hora para sacar un billete normal que le llevara a La Fresneda o Gijón. «Este proyecto no se hace todos los días. Es un cambio muy importante y según la información que tenemos en las líneas todo ha ido bien», argumentó. A falta de los datos oficiales que se conocerán hoy, calcula que unas 5.000 personas pasaron por las oficinas para canjear sus viejos viajes.

Algunos quioscos, de los 70 puntos de recarga de los nuevos bonos del CTA , aseguraban ayer que las máquinas estaban estropeadas, en realidad encubrían una protesta y su malestar por el retraso en los pagos y la reducción en el margen que recibían por la venta. Pasaron la mañana informando a la gente «y eso no lo paga nadie». El CTA negó que hubiese puntos de venta fuera de servicio y achacó posibles problemas a la existencia de más demanda de tarjetas de la habitual.

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