El Ayuntamiento de Oviedo prepara nuevos huertos urbanos en Las Campas-Paniceres

Los huertos urbanos que crecerán en el antiguo césped del campo de Luis Oliver, entre los barrios de Pumarín y Ciudad Naranco, ya tienen dueño. El Ayuntamiento realizó ayer el sorteo, sin incidencias, de las 34 parcelas disponibles entre las 133 solicitudes presentadas. Y para el próximo año, volverá a sacar el bombo: «Vamos a buscar más terrenos disponibles, e incluso ya estamos trabajando en unos nuevos huertos», avanzó el concejal de Urbanismo, José Ramón Pando.

El edil explicó que dado el éxito del proyecto, que incluye también 74 terrenos junto al río Nora, ya están trabajando en la adecuación de 50 nuevos huertos urbanos en una parcela próxima a La Florida, en una zona verde bajo Paniceres. «La escuela taller de agrocampo realizará durante este curso las acciones necesarias para adecuar la tierra, distribuir los espacios y habilitar las carpinterías necesarias», expresó. La idea es que en un año estén listos. El Ayuntamiento realiza las adjudicaciones en el mes de octubre, cuando se estima que se recogen las cosechas.

Ayer adjudicó los terrenos de ese antiguo campo de fútbol que tras la construcción de la autopista AS-II, que ocupó parte del estadio, quedaron abandonados, convertidos casi en un escombrero y «ocupado a menudo por grupos marginales. Con esta iniciativa el Ayuntamiento recupera para los ciudadanos estos terrenos ya transformados en huertos urbanos», apuntó Pando.

Fueron los operarios de Parques y Jardines quienes con un presupuesto de 85,963 euros adecentaron el espacio. «Los huertos tienen entre 40 y 50 metros cuadrados y todos tienen toma de agua y caseta de aperos. Los empleados realizaron un gran trabajo». En total, el Consistorio disponía de 37 parcelas, pero tres fueron concedidas a asociaciones sin ánimo de lucro: Asociación Síndrome de Down de Asturias, el Centro Trama y la asociación para la salud mental Hierbabuena.

Los 34 huertos restantes fueron sorteados entre los aspirantes. «Yo ya los había pedido en La Corredoria y no hubo suerte, pero ahora sí le ha tocado uno a mi mujer. Estoy al paro y tengo que ocupar el tiempo en algo, y qué mejor que en un huerto que te da una hortaliza que no tiene nada que ver con la que compras», comentaba Ricardo Aguado, de 45 años, quien conoce de sobra las técnicas de cultivo por familiares que labran la tierra. Quizás tenga que chivarle algunos de los trucos para tener las lechugas más hermosas y los tomates más sabrosos a Joaquín Fueyo, de 72 años, otro de los afortunados en el sorteo. «Vivo al lado y me parece una muy buena idea. Quiero dedicarle tiempo y no estar en el chigre», bromeó. No sabe nada de cultivos pero asegura estar dispuesto a aprender de los vecinos de parcela, «mirar por internet y si hace falta comprar un tractor», rió. Quien no tuvo suerte fue Eloy Alonso, ilusionado «con ocupar el tiempo libre y disfrutar de los frutos». Quizás el año que viene.