«Ignacio quiso parar a los terroristas, no solo salvar a una mujer»

En la familia Echeverría-Miralles de Imperial se han acabado las lágrimas.Es el momento de recordar con alegría alhijo más deportista, al hermano más divertido, al tío preferido de sus sobrinos, al compañero más metódico...Al héroe del monopatín que dio su vida intentando salvar la de los demás. JoaquínEcheverría, hermano de Ignacio, el español de ascendencia asturiana que falleció durante el ataque terrorista de hace una semana en elPuente de Londres, relata a EL COMERCIO cómo era Abo, como cariñosamente le conocían también.

Joaquín colgó ayer en su perfil de Facebook unas fotos que, como él mismo dijo, demuestran «lo que de verdad, le importaba a Ignacio junto con el skate. Esto es lo que tenía en el lugar de honor del salón de su casa».Esas imágenes, que acompañan esta información, demuestran lo que su hermano relata a EL COMERCIO: que era «muy familiar y muy buena persona».Porque en esas imágenes recogen momentos vividos por Ignacio con sus padres, sus hermanos y sobrinos. Especialmente con estos últimos:«Solo tenía ojos para ellos», comenta Joaquín. A Ignacio le gustaban mucho los niños, disfrutaba jugando con ellos. Y para sus sobrinos no escatimaba ni horas, ni atenciones.«Era el tío preferido de todos los sobrinos», recuerda.

Pero ese inmenso amor que derrochaba por sus sobrinos era extensible a toda la familia.Porque sus padres residen enLasRozas (Madrid), hermanos, primos eran una prioridad en su vida. Recordaba Joaquín que, incluso, los bonos de recompensa que ganaba por su trabajo en el departamento de Riesgos yBlanqueo de Capitales del HSBC los destinaba a su familia.Y a sus amigos.

Porque Abo le pusieron ese apodo por su condición de abogado era muy amigo de sus amigos. Con ellos salía de fiesta eso sí, nunca perdía la misa de los domingos, a la montaña, a practicar deporte...El skateboard era su pasión. Pero también el surf.Y Asturias disfrutaba de las olas.«Le encantaba surfear, sobre todo enSalinas», recordaba ayer su hermanoJoaquín Echeverría.

En la plaza de Salinas

Y es que Asturias también era otra de las pasiones de Ignacio y su familia.Su padre, también de nombre Joaquín, es natural de Oviedo. Y en la capital asturiana y enAvilés residen hermanos suyos.«Vamos a ver a la familia muy a menudo.A Ignacio le gustaba mucho surfear enla playa de Salinas y jugar al golf enAsturias», explica su hermano.

Además, Ignacio era un «valiente».Aunque esa virtud ya la sabían todos los españoles, tras conocer cómo y por qué perdió la vida. Ayer, JoaquínEcheverría Miralles de Imperial aportó a EL COMERCIO nuevos datos en este sentido.«Al principio no lo contamos porque creíamos que estaba herido y nuestro padre nos pidió mucha cautela por temor a que fueran a buscarlo al hospital o a su casa para rematarlo.No quería ni que habláramos de atacar a los terroristas», comienza el relato.

Después de pasar una tarde patinando, Ignacio y sus amigos decidieron trasladarse a otra zona de la ciudad en unas bicis que alquilaron.Cuando pasaron cerca delPuente de Londres «vieron que pasaba algo raro.Que había muchos gritos». Abo, continúa el hermano, se adelantó para ver qué pasaba y «vio como estaban atacando los terroristas a una mujer y a un policía que llegaba con su porra en la mano. Vio entonces como caía el agente y mi hermano tiró la bicicleta y fue a por ellos». Primero se enfrentó a uno de los yihadistas, a los que golpeó «de arriba abajo» con su patinete y luego«con los tres terroristas a la vez. Ellos intentaban darle, pero no podían con él, y mi hermano golpeó a los tres.Fue entonces cuando uno de ellos cambió de dirección, rodeó a mi hermano y le clavó el cuchillo por detrás.Y entonces, Ignacio cayó al suelo».

Esta versión, que es la que declararon Javi y Guillermo, los amigos que acompañaban a Ignacio en ese momento, eleva más el grado de heroicidad del bancario de origen asturiano. «Quiso parar a los terroristas, tal vez ayudando al policía, no solo intentar salvar a la mujer», destacó Joaquín. Por cierto, él, como el resto de hermanos y sus padres, desconocen si la mujer a la que defendió Ignacio es una de las víctimas mortales o ha sobrevivido a los ataques.Lo que sí se sabe es que el agente al que intentó ayudar no es uno de los fallecidos. Tal vez le debe la vida.

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