Localizada una pareja de ovetenses que se desconocía que estaba en el Everest

Los trabajos para localizar a los asturianos en la zona del terremoto están dando sus frutos y a última hora de ayer ya eran 8 los que habían confirmado su posición en la zona y otros dos esta mañana. La Federación de Montaña (Fempa) tiene situados a 5 más a los que la tragedia sorprendió cuando estaban a punto de viajar a Nepal y justo después de salir. Además, una pareja de ovetenses, que hasta ahora se desconocía que estaban en la zona, se han puesto en contacto con sus familias. Se trata de Begoña Galguera y Alfredo Fernández que están ya descendiendo a Katmandú desde el campamento base del Everest (Chomolunga). Mientras, familiares, embajadas, Principado y amigos es seguían concentrando sus esfuerzos en dar con un grupo de cuatro varones, en los 50 años, que realizaban una travesía de montaña ('trekking') en el Parque Nacional de Langtan, escoltados por un guía local y dos sherpas. Se trata de Sabino Fernández García, Jesús Mosteirín Pérez y Egidio García González, todos del Grupo de Montaña Ensidesa con base en Avilés y que iban con Ángel Hernández Muñiz, del grupo de Corvera y con cinco expediciones ya a la zona.

«Es un enamorado de las gentes de ese país, que dicen que le han cambiado con su ejemplo de generosidad y humildad», relata Noelia, hija de Ángel Hernández y que sólo a última hora decidió no seguir los pasos de su padre y sumarse a la expedición. Suponen al grupo en las inmediaciones de Kyanjin Gompa, un espectacular enclave rodeado de montañas y donde se ubica un monasterio tibetano.

Hay noticias de la zona que hablan de una avalancha con un centenar de fallecidos. «Sabemos de un grupo de montañeros que están en un refugio de la zona y transmitieron que están bien, pero los nuestros no iban con ellos», informa esta corverana. El paso de las horas sin noticias causa inquietud en las familias de los cinco asturianos, que lanzan un mensaje claro. «Sabemos que todo es difícil y no criticamos a ningún gobierno, pero a la embajada y a quien nos pregunta le decimos lo mismo: ¿No pueden mandar un helicóptero a la zona?».

A 8.000 kilómetros de la región, en el campamento base del Everest, las réplicas hacen pasar horas de infarto. Las sufrían el asturiano Ricardo Fernández, que hacía grupo con el fotógrafo turolense Javier Camacho. «Estamos deseando salir de aquí, estamos asustados pues los rumores sobre posibles nuevos temblores no cesan», comunicó Camacho a Efe-radio antes de ser trasladado en helicóptero a Lukla con una pequeña herida, mientras que parece que Fernández no ha podido viajar con él. Con el buen tiempo la actividad de los helicópteros ha sido frenética para rescatar a los heridos. Los amigos están a la espera de conocer si tendrán oportunidad de aprovechar una aeronave o confirmar que el camino para regresar hasta Lukla está despejado. «Aquí existe un gran desbarajuste, lógico tras la tragedia sucedida después de la avalancha», indicó Camacho antes de ser evacuado, quien definió la situación como «tensa», con muchos alpinistas «presos del pánico». La noche del sábado al domingo tuvieron que abandonar de improviso en tres ocasiones la tienda comedor en la que se refugiaban ante los ruidos en los que temen nuevas avalanchas. «Todo el mundo sale corriendo y te acaba minando la moral porque el nerviosismo se impone», explicó Camacho.