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E. C.
GIJÓN.
Lunes, 15 de enero 2018, 01:07
Tenía 105 años y, aunque era natural de La Collada (Siero), se había afincado en Gijón hace largo tiempo. Adelina Vigil González era, de hecho, una de las 115 personas centenarias empadronadas en la villa de Jovellanos, donde deslumbraba a propios y extraños con la lucidez que mantenía ya centenaria. El sábado, Adelina se apagó definitivamente y ayer, sus seres queridos la despedían con un cariñoso acto en la capilla del Tanatorio de Cabueñes.
Cuando cumplió los cien en 2013, Adelina Vigil, que había nacido un año antes de iniciarse la Primera Guerra Mundial, recibió un caluroso homenaje en el centro de pensionistas de San Agustín, donde no perdonaba sus partidas de parchís todas las tardes. Sus amigos quisieron sorprenderla con dos grandes ramos de flores y una tarta para que soplase las velas por su centenario. Adelina deja dos hijos, Marisa y Manuel, nietos, bisnietos , sobrinos y un notable ejemplo de vitalidad.
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