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GLORIA POMARADA
GIJÓN.
Martes, 17 de octubre 2017, 01:01
La ciudad amanecía ayer sumida en una atmósfera enrarecida y un fuerte olor a humo que acrecentaba entre los gijoneses la sensación de alarma por la contaminación. Tras un fin de semana en el que se superaron los niveles máximos permitidos para la protección de la salud, el Principado actuaba ayer, pasadas las dos de la tarde, decretando el nivel de prealerta por contaminación atmosférica en la zona de Gijón. «En los últimos tres días se ha superado el límite de partículas de diámetro inferior a diez micras (PM10) y la situación se ha complicado como consecuencia de los incendios que afectan a la comunidad», explicaba el Gobierno regional en el aviso.
La declaración de prealerta supone en el municipio la adopción de una serie de medidas preventivas y correctoras, entre ellas «la prohibición de tráfico pesado en las zonas de mayor densidad de población de 7 a 9 horas y una especial vigilancia sobre las actividades industriales que impliquen el manejo de materiales pulverulentos». También una «intensificación de riesgos» y «la información a la población». Por su parte, el Ayuntamiento, a través de Emulsa, se comprometía a intensificar los riegos de viales en la zona oeste. En el apartado de información a la ciudadanía, su actuación pasa por «publicar en los distintos medios de comunicación del Ayuntamiento avisos para la población». Precisamente, la falta de datos a primera hora sobre la negrura que cubría Gijón y la mayor parte de Asturias motivaba una sensación de inquietud entre los ciudadanos que se manifestaba con una frase reiterada en las conversaciones: «Esto parece el fin del mundo». Pasadas las doce de la mañana, cuando los primeros rayos de luz permitían ya adivinar el día, el Principado informaba que «la oscuridad apreciable es un efecto derivado de la humareda provocada por los incendios».
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La capa de bruma remitía a lo largo de la jornada, pero los niveles de contaminación permanecían disparados. La red de Monitorización Red Calidad del Aire del Principado registraba ayer dos alertas rojas en la región, una en Cangas del Narcea, en pleno foco de los incendios, y otra en Gijón. La estaciones de la zona oeste triplicaban ayer los máximos de PM10 permitidos por la normativa española, fijados en los 50 microgramos por metro cúbico (µg/m³). En la avenida de la Argentina se llegaba a los 111 µg/m³, en la instalación móvil de El Lauredal a los 193 µg/m³. Si a lo largo del fin de semana estos eran los puntos negros de la polución, durante la jornada de ayer el conjunto de estaciones de la red se sumaban a la escalada de la polución con 67 µg/m³ en Santa Bárbara, 60 µg/m³ en la avenida de la Constitución, 56 µg/m³ en Montevil, 73 µg/m³ en la avenida Hermanos Felgueroso y 55 µg/m³ en la avenida de Castilla.
Ante la «alarmante» condición atmosférica de las últimas 72 horas, la Federación de Asocaciones de Vecinos (FAV) solicititaba ayer una «reunión urgente con el Ayuntamiento de Gijón, los responsables del Área V sanitaria y la Consejería de Medio Ambiente». «La FAV no se va a esconder y quiere luz y taquígrafos. Estamos ante una situación gravísima y demandamos una información veraz a cada una de las administraciones. Esa es la verdadera transparencia y el derecho al acceso a información que reclaman los vecinos, no aquella que maquillada nos quieren hacer ver casi a diario», señaló el presidente vecinal, Adrián Arias.
Por su parte, la Plataforma Contra la Contaminación de Gijón resaltó la «excepcionalidad» de los vientos del sur y los incendios en un problema de «superación de los umbrales que viene de antes».
La entidad se reunirá esta tarde para abordar la situación y fijar sus demandas a las administraciones, que consideran, «han tardado en reaccionar». «Las medidas llegan tarde y deberían ser más profundas. De persistir la situación tienen que paralizar las líneas de producción en las industrias de Veriña», instó Miguel Puente, uno de los coordinadores de la entidad. También a la industria apeló el concejal de Xixón Sí Puede David Alonso quien opinó que «ante una situación irrespirable tanto el Principado como el Ayuntamiento, además de actuar sobre las comunicaciones», deben «tener claro que en días como hoy (por ayer) las fases de producción de Arcelor tienen que verse modificadas y, en algunos casos, suspendidas». El edil reclamó también una restricción en la circulación de vehículos.
Por su parte, Ciudadanos lamentó en nota de prensa los elevados niveles a los que ha estado sometida la ciudad «sin que las administraciones hayan puesto en marcha medidas correctoras». «No entendemos la falta de decisión política, sin duda condicionada por el miedo a la respuesta ciudadana ante las molestias que las acciones correctoras puedan conllevar. Parece que la salud no es lo primero», reprochó. Y recordó también que «en su día» propusieron en la redacción de la ordenanza unos niveles de contaminación «más bajos» para la activación de alertas, «lo que fue rechazado por los técnicos municipales».
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