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paloma lamadrid
Jueves, 29 de junio 2017, 21:29
«Es importante tener modelos. Personas de carne y hueso o instituciones vivas, fruto del trabajo asociado de sus miembros, que debemos conocer, admirar y sentirnos orgullosos de ellas». La alcaldesa, Carmen Moriyón, destacó este jueves la relevancia de los honrados con las Medallas de Gijón para el resto de la comunidad. «Con el ejemplo plural, diverso y vivo de nuestro medallero se hace ciudad», apuntó en la ceremonia de entrega de los máximos galardones que concede el municipio. «Es importante tener modelos», indicó Moriyón. Éste fue el hilo conductor de su discurso porque «todos los días nos meten por los ojos modelos falsos, puro relumbrón, que muchas veces están basados en actitudes insolidarias». Justo lo contrario de lo que suponen los distinguidos por la ciudad.
Precisamente, «la dimensión social es el rasgo que une a todas las personalidades e instituciones premiadas». Moriyón subrayó que «el principal elemento de socialización es la emulación». Al igual que los niños imitan comportamientos, los adultos ven estimulados sus deseos de mejora con ciertos arquetipos. «Nada marca más que el ejemplo», afirmó. Y modelos a seguir son los seis que subieron a las tablas del Teatro Jovellanos.
La Compañía de Jesús en Gijón recibió la Medalla de Oro de la Villa. «Los padres jesuitas llevan 127 años de brega por los gijoneses», remarcó la alcaldesa. Desde finales del siglo XIX, con el colegio de la Inmaculada Concepción, «en el que tantas generaciones de gijoneses se formaron, iniciaron un trabajo de servicio a través de actividades educativas y sociales, cubriendo un hueco que había en la ciudad». También hizo referencia Moriyón al resto de instituciones relacionadas con la Compañía de Jesús. El Centro de Formación Profesional Revillagigedo, «donde miles y miles de gijoneses aprendieron un oficio y pudieron cumplir con el principal deseo de la juventud: alcanzar un empleo».
Medallas de Plata
Los honores de plata correspondieron a la charanga Ventolín, el Unión Deportivo Gijón Industrial, la Asociación de Escritores Noveles, el Conseyu de Mocedá de Xixón y el Club Rotario de Gijón.
«La charanga Ventolín no es una charanga cualquiera, ya que tocan la música con intención». Moriyón quiso dejar claro que el conjunto musical no deja a nadie indiferente. «Lleva más de tres décadas convocando al público al ritmo de las reivindicaciones sociales, de las luchas laborales, de los sucesos políticos», añadió. La inspiración nació en las movilizaciones del sector naval, allá por la década de los ochenta. «Y no han parado desde entonces». De modo que, concluyó la alcaldesa, «mientras haya una injusticia, la charanga Ventolín garantiza que en Gijón no habrá silencio».
Respecto a Covadonga Sánchez García, presidenta de la Asociación de Escritores Noveles, Moriyón destacó que «refleja el tesón personal». La vocación literaria de esta gijonesa nació en su infancia, cuando acompañaba a su padre en la búsqueda de libros viejos. «Tuvo que hacer un alto en el camino al sufrir la enfermedad de Crohn, que le dio la oportunidad de entregarse al auxilio de las personas afectadas por ese síndrome», tal y como puso de manifiesto la primera edil. La asociación de la que es alma mater Covadonga Sánchez «sirve para establecer nexos entre los escritores que viven de la creación y los jóvenes aficionados a la literatura».
También dedico Moriyón palabras de cariño a un colectivo con noventa años de tradición en la ciudad. «El Club Rotario es puro lazo humano. Comprensión entre los socios y generosidad con los débiles», apuntó. Los rotarios, aseguró, «son muy sensibles ante las necesidades ajenas» y pratican una filosofía muy sencilla, que consiste en ayudar a aquellos que no tienen las mismas facilidades en la vida. «Una filosofía de medalla de plata», recalcó.
La lucha de los jóvenes
«La juventud es la gran olvidada en nuestra sociedad. Los que tienen más trecho que recorrer son los que tienen un futuro más negro. Algo de esto tuvieron que sentir los fundadores del Conseyu de Mocedá de Xixón», señaló la alcaldesa en su discurso. También subrayó la labor reivindicativa en pos de la vivienda, de la igualdad, del derecho al ocio, de la cultura y «un largo etécetera». Entre los grandes logros conseguidos por el Conseyu, apuntó el Centro de Recursos para Jóvenes y Asociaciones, el primer equipamiento juvenil autogestionado.
El Unión Deportivo GijónIndustrial también recibió el honor de plata. «Un club con una impronta especial», que lleva toda una vida «peleando en la Tercera División». El Indus, según Moriyón, «porta la esencia fabril del deporte gijonés y nos recuerda a todos que el Gijón moderno no hubiera sido posible sin las industrias y los barrios nacidos en torno a ellas».
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