Secciones
Servicios
Destacamos
P. LAMADRID
Lunes, 13 de febrero 2017, 01:37
El viernes sufrió un duro revés cuando las llamas destruyeron su casa. Pero la vida le ha echado un capote a David Martín en forma de apoyo masivo. Tanto de las personas más cercanas a él como de aquellos que ni siquiera le conocen. «Estoy muy contento y alegre, tengo mucho apoyo de todos los sitios», destacó ayer. El respaldo más inmediato lo tiene en sus vecinos de Deva, que le han acogido en sus hogares después del suceso, que le dejó sin vivienda y sin enseres personales. El incendio se originó, tal y como apunta la principal hipótesis, por culpa de la cocina de leña. David la dejó encendida para poder comer caliente al regresar de atender al ganado, puesto que carecía de electricidad desde hacía cuatro meses.
Desde ese día, duerme en casa de un vecino que le vendió las siete vacas y el toro con los que intenta ganarse la vida. Otros de los residentes en las casas más cercanas le ofrecen mesa y mantel. Todo para que David pueda cubrir sus necesidades básicas. Estos mismos vecinos le acompañarán hoy a las oficinas de la Fundación Municipal de Servicios Sociales para informarse acerca de qué recursos están a su disposición para salir adelante. De hecho, como trasfondo del incendio está la coyuntura de pobreza energética que padece el afectado. Él mismo explicó que la compañía eléctrica le había cortado el suministro, sin previo aviso, porque el banco había devuelto un recibo. Y solo contaba con unos generadores y la cocina de leña para tener luz y calor. También acudirán hoy a abrir una cuenta bancaria para recibir donaciones. Desde que EL COMERCIO dio a conocer la historia de David, numerosas personas han manifestado su interés en contribuir económicamente a mejorar la situación del ganadero.
Atender el ganado
«Me han llamado hasta de Málaga y Jaén», destacó. Ciudadanos que tuvieron noticia de la desgracia a través de un cuñado de David, natural de Andalucía. «Me llaman de todos los sitios para pedirme el número de cuenta», aclaró. Hay personas altruistas que ofrecen su trabajo sin coste alguno. Es el caso del albañil gijonés que contactó con este periódico para ponerse a disposición de David en la reconstrucción de la vivienda. El mismo procedimiento siguió un vecino de Castiello que le brindó muebles y materiales.
Otro apoyo fundamental que recibió este gijonés de 43 años vino de la mano de Álvaro Armada, conde de Revillagigedo. La casa en la que residía, así como los 2.000 metros cuadrados de terreno que la rodean, fueron cedidos por el noble a la familia de David. Su abuelo Ángel fue el jardinero de los Armada durante cuatro décadas y, para reconocer su entrega, le regalaron estas propiedades.
El conde mantiene su acuerdo y así se lo expresó a David, con quien habló tras el suceso. Aunque los papeles que certificaban la cesión se quemaron, Armada entregó una nota de su puño y letra para que al damnificado pudiera iniciar los trámites y poner la casa y el terreno a su nombre. «Me dijo que me iba a ayudar en todo lo que pudiera», aseguró. Poco a poco, intenta recuperar la normalidad. «Dentro de lo que cabe, me encuentro bien», apuntó. Por suerte, el fuego no afectó a los animales. David acude a diario a darles de comer y a limpiar la estancia.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.