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M. MENÉNDEZ
Martes, 6 de septiembre 2016, 01:04
La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, ve lógico que en un primer momento se achacara a una fuga del emisario submarino de Peñarrubia la aparición de una mancha en el litoral del Este del concejo. Por eso, ayer apuntó que las actuaciones para la reparación del colector se están llevando por la vía de urgencia, para que sean lo más ágiles posible.
La previsión es que la empresa Tragsa tenga listo la semana que viene el proyecto para realizar la obra. La semana pasada, el equipo de buzos contratado por la Empresa Municipal de Aguas (EMA) realizó hasta 25 inmersiones sobre el emisario para comprobar que la situación estaba como en las últimas semanas, al tiempo que la propia EMA tomó 15 muestras de agua superficial y de profundidad «tras un bombeo expreso del emisario. No se detectó nada anómalo. Se mantiene la fuga que se conoce -a medio kilómetro del inicio del colector y a solo ocho metros de profundidad-. Es el plan previo a la reparación, con una inspección visual y la batimetría del emisario, para tener una definición geométrica exacta de cómo está, conocer su trazado, ver si está desplazado, etcétera. El proyecto se está realizando en conversaciones con la empresa Tragsa», explicó Carmen Moriyón.
La regidora apuntó que la semana pasada «comenzó el camino para la reparación del emisario», pero la intención del equipo de gobierno es acometer la reparación cuanto antes: «Vamos por la vía de urgencia. La semana que viene tendremos ya el trazado exacto y, a partir de ahí, adelante con la reparación, aunque todavía no tenemos plazo de ejecución», apuntó.
El hecho de que esta actuación se haya decidido acometer por la vía de urgencia permitirá que se actúe de una manera más ágil. La propia urgencia permitirá la contratación directa con Tragsa, eliminando los pasos de licitar los trabajos y resolver las posibles reclamaciones que se pudieran presentar. Además, la propia EMA ha realizado algunas de las labores previas, como los análisis de las aguas de la zona, con lo que se agiliza aún más la situación.
La conservación y mantenimiento suelen ser el talón de aquiles de los emisarios submarinos. En el caso del de Peñarrubia, de unos dos kilómetros y medio de longitud y ubicado a 30 metros de profundidad, han aparecido varias grietas que presumiblemente fueron ocasionadas por los embates del mar Cantábrico. Por este colector se vierten los residuos de una población de unas 150.000 personas.
Pero la reparación del emisario submarino solo paliará en parte los vertidos, ya que continúan saliendo al mar sin ser tratados, hasta que se resuelva la paralización por orden judicial de la estación depuradora de aguas residuales de El Pisón.
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