El Patronato Deportivo eleva la edad para entrar con niños en vestuarios

Los padres pueden acceder a los vestuarios de las instalaciones propiedad del Patronato Deportivo Municipal (PDM) para acompañar a sus hijos si estos tienen diez años o menos. Así lo dictamina el reglamento de la entidad, normativa que fue modificada hace apenas cuatro meses, precisamente para elevar la edad. El director del PDM, Roberto Fernández, explicó ayer que este cambio responde a dos cuestiones. Por un lado, a la demanda de los padres de los usuarios menores de edad, que reclamaban poder entrar con los niños a los vestuarios.

No solo para ayudarles en las tareas de cambio de ropa y aseo. También para protegerles. Porque la proliferación de los móviles con cámara y otros dispositivos de grabación han provocado el recelo de los progenitores en estas circunstancias y otras similares. La segunda cuestión que ha dado lugar a esta modificación del reglamento es la imposibilidad de hacer obras para construir vestuarios mixtos, ideados para que los padres puedan acceder con sus hijos.

Según Fernández, es imposible acometer reformas para habilitar estos nuevos espacios, puesto que «la media de edad de las construcciones del Patronato Deportivo Municipal ronda los veinte años, incluso más». El problema surge, sobre todo, en las piscinas, ya que, en los pabellones, «a los equipos se les asigna un vestuario propio». Pero en centros como los de El Llano, El Coto y Pumarín-Gijón Sur no es factible construir «un vestuario tradicional para grupos y otro para menores», indicó Fernández.

Autonomía suficiente

Según el director del Patronato Deportivo Municipal, es fundamental tener en cuenta la propia estructura de las construcciones a la hora de plantear estos cambios. Indicó que lo idóneo sería disponer de un vestuario de cursillos, término con el que se denomina a aquel en el que pueden entrar los padres con sus hijos sin impedimento alguno. Con esta medida, desde el PDM esperan tranquilizar a los progenitores que quieren acompañar a los pequeños mientras se cambian.

El tope ha quedado fijado en los diez años, puesto que a partir de esa edad se considera que los niños ya tienen la autonomía suficiente como para poder desenvolverse por sí mismos en este sentido. Respecto al Grupo, el límite establecido en el reglamento está en los seis años. Los mayores de esa edad ya deben entrar solos a los vestuarios.