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M. M. C.
Miércoles, 6 de julio 2016, 00:49
El informe 'La nube negra sobre Europa: efectos de la quema de carbón sobre la salud y la economía de la UE' sitúa a la central térmica de Aboño en el puesto 19 de las más contaminantes de las 280 existentes en Europa. Según el documento, la central gijonesa utiliza hulla para producir 843 megavatios de potencia, para lo que en 2015 expulsó a la atmósfera 7,5 millones de toneladas de dióxido de carbono. Además, se la considera una de las de mayor impacto en el cambio climático.
El estudio, elaborado por WWF en colaboración con la Alianza para la Salud y el Medio Ambiente (HEAL) y la Red de Acción por el Clima de Europa (CAN), analiza las muertes prematuras causadas por la contaminación de las centrales térmicas de carbón en Europa y apunta que en España se registraron 1.170 fallecimientos prematuros por esta causa en 2013.
La térmica gijonesa ocupa el séptimo lugar en cuanto a contaminación de las que utilizan hulla, pero el estudio apunta a las que emplean lignito como las contaminantes. Son los casos de una central polaca, que llega a emitir 37,1 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2015, seguida por cinco centrales térmicas alemanas.
El estudio indica que las térmicas españolas son causantes de 110 de las 1.380 muertes prematuras por contaminación que se registran en Francia, 100 de las 1.610 contabilizadas en Italia, 10 de las 510 de Bélgica, 40 de las 3.630 de Alemania y 150 de las 190 de Portugal, entre otros. Por contra, si en España se registran 1.170 muertes prematuras al año, se considera que 840 se deben a la contaminación producida por las centrales térmicas españolas, mientras que 70 serían por las alemanas, 60 por las portuguesas y británicas, 40 por las polacas, 30 por las italianas y 20 por las checas. También contribuirían en menor medida centrales térmicas de Francia, Países Bajos y Eslovenia, a las que se les achacan 10 fallecimientos prematuros españoles a cada una.
El informe, que calcula que el total de muertes prematuras ocurridas en Europa en 2013 por este motivo fueron más de 22.900, también refleja las 30 instalaciones más tóxicas y con mayor impacto en la salud. Entre ellas solo hay una española, situada en el puesto número 12, que es la Andorra (Teruel), a la que se le achacan 400 muertes prematuras.
WWF analiza además las térmicas que emiten más dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y mercurio, así como el impacto que estas emisiones de partículas tienen sobre la salud, fundamentalmente las menores de 2,5 micras. En concreto, apunta que en el cerebro tienen repercusión en infartos, disminución de la función cognitiva y del desarrollo cerebral; en el corazón, enfermedades del corazón e infarto de miocardio; en el pulmón, dificultad respiratoria, asma, enfermedad pulmonar crónica y cáncer de pulmón; en el páncreas, diabetes, y en el feto, parto prematuro, bajo peso al nacer y mala calidad del esperma.
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