«Si los pruebas es fácil que te enamores de su sabor»

El oriciu tiene desde marzo de 2010 una cofradía gastronómica encargada de su difusión y defensa, si bien su presidente, Alberto Fernández Hortal, trata de compatibilizar ese objetivo con un mercado que no haga peligrar un abastecimiento suficiente en Asturias.

La Cofradía del Oriciu tiene sede en Gijón, ciudad que Fernández Hortal considera «capital mundial» del cada año más prestigioso marisco, y cuenta actualmente con quince miembros.

El propio Fernández Hortal muestra su extrañeza por la circunstancia de que comunidades autónomas limítrofes o muy próximas a Asturias, como Cantabria o Euskadi, «desconozcan» el oriciu a pesar de su buena cultura gastronómica. Pero es una extrañeza matizada por la idea de que es difícil incorporar un producto a la cocina si no se encuentra en el mercado, y es evidente que los oricios no llegan a las pescaderías de todas las regiones, sino solamente a aquellas que, como Asturias, tienen demanda suficiente para garantizar su venta.

Lo que tiene muy claro el presidente de la Cofradía del Oriciu es que «si los pruebas, es fácil que te enamores de su sabor», razón por la cual es posible encontrarlos en Madrid «a cinco euros la pieza».

«El precio es asequible»

A pesar del encarecimiento que provoca la ampliación de la demanda, Alberto Fernández Hortal defiende que su precio «es todavía asequible. Creo que estuvo demasiado barato, aunque sea algo que no se deba decir, y tal vez por eso no goce del prestigio que merece».

Respecto al protagonismo del oriciu en la cultura gastronómica asturiana, Fernández Hortal asegura que «es difícil entender un buen chigre sin una bandeja de oricios en su barra». La Cofradía que preside organizará a finales de febrero un concurso de cocina con el oriciu como ingrediente entre alumnos de todos los centros docentes asturianos que imparten ciclos de cocina. El escenario será la Escuela de Hostelería de Gijón.