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LAURA FONSECA
Lunes, 4 de enero 2016, 00:55
32.000 gijoneses inician 2016 pendientes de la sanidad pública. Son los pacientes que, según el Servicio de Salud del Principado (Sespa), se encuentran a la espera de ser llamados para una operación, una prueba o una cita con el especialista en los hospitales de Cabueñes y Jove. Poco más de la mitad, 16.673 aguardan por una primera consulta con el médico especialista, otros 10.644 lo hacen por una técnica diagnóstica (resonancia, mamografía, ecografía o TAC) y 4.497 por una intervención quirúrgica. El mayor volumen de enfermos, 26.691, está adscrito a Cabueñes, que tiene, además, los tiempos de demora más elevados en todos los conceptos. En este centro asistencial hay 3.810 personas en los listados quirúrgicos (166 con demoras de más de seis meses), otros 9.205 en los de pruebas y 13.946 en los de consultas de primera vez.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta el hospital público en este año que acaba de empezar es agilizar el ritmo de las citaciones para someterse a una resonancia, una mamografía o un TAC. Cabueñes es el que sufre el mayor colapso de toda Asturias en el apartado de pruebas diagnósticas. Por encima, incluso, del HUCA. En el centro hospitalario del Área V apenas un 10% de los más de 9.000 enfermos que aguardan por algún tipo de examen radiológico tiene cita. Es decir, solo diez de cada cien sabe cuándo le practicaran la prueba. No es que en Oviedo la situación sea para tirar voladores, pero en La Cadellada son un 30% los enfermos con cita.
Un claro ejemplo que ilustra la esta situación expuesta es lo que ocurre para hacerse una resonancia en Cabueñes. Para esta técnica hay 1.677 personas esperando. De ellas, solo 20 tienen día y hora de la prueba. Lo mismo pasa entre quienes están pendientes de una ecografía, con 5.616 pacientes en espera y apenas 321 citados. Para una mamografía hay 440 mujeres aguardando. ¿Con cita? Únicamente siete. Se desconoce la demora que hay para estas técnicas, ya que el Sespa no incluye este dato en el balance que hace público los días 20 de cada mes. No obstante, para algunos exámenes y debido al colapso, la espera puede llegar al año.
No es esta la situación, por contra, en Jove, que muestra unos tiempos y unos ritmos mucho más ágiles. El hospital concertado tiene citados a casi el 60% de los 2.500 enfermos que están pendientes de una prueba radiológica. Donde sí se observa algún problema concreto es para la realización de colonoscopias, con 452 personas en lista de espera y apenas 20 con fecha concertada.
92 días para una prótesis
Lo que sí queda claro tras la lectura de los datos oficiales del Servicio de Salud es que los pacientes de Jove aguardan bastante menos que los de Cabueñes. En este último hospital, la demora media quirúrgica, es decir, la que hay globalmente es de 74 días. En el hospital de la zona Oeste es de 57, o sea 17 día menos. Solo hay una excepción: las operaciones para prótesis de cadera o de rodilla donde los tiempos son similares y abultados en ambos centros. En Cabueñes hay entre 79 y 92 días de espera mientras que en Jove, entre 76 y 85.
Pero en otras patologías las diferencia sí es significativa. Por ejemplo, para una hiperplasia benigna de próstata los pacientes de Cabueñes aguardan, de media, 106 días. En el hospital concertado, por la misma operación se espera 27 días. Para acabar con una hemorroide, en el hospital público hay 88 días de demora media; en Jove, 40. Para una catarata, 66 en Cabueñes por 41 del centro concertado.
La Consejería de Sanidad descarta aprobar un plan de choque para reducir las demoras y apuesta por incrementar el rendimiento de los quirófanos y de los tramos horarios que se incrementaron de la mano de la nueva jornada laboral aprobada en 2012 y que provocó la mayor huelga sanitaria de la historia.
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