Juanele queda en libertad tras la denuncia de su expareja por incumplir la orden de alejamiento

El exjugador del Sporting Juan Castaño Quirós, Juanele, quedó hoy en libertad y a la espera de la celebración de un juicio rápido después de testificar ante la jueza de guardia de Gijón después de que ayer fuera detenido por quebrantar la orden de alejamiento de su exnovia.

La Policía Nacional arrestó ayer al exdeportista como consecuencia de la denuncia interpuesta por su expareja, Ana Espinosa, que le denunció este fin de semana después de que algunos de sus vecinos le dijeran que habían visto merodear a Juanele la madrugada del sábado por la zona de Jove en la que reside con sus dos hijas y después de descubrir que el limpiaparabrisas de su vehículo había sido arrancado de cuajo. Aseguró que no es la primera vez que denuncia ataques similares en su coche, que tiempo atrás ya apareció con los retrovisores destrozados.

También puso en conocimiento de la Policía que en su negocio del barrio de El Natahoyo que permanece cerrado, ya que se encuentra de baja desde la agresión encontró ese mismo día una carta manuscrita por el propio Juanele. La pasada noche se reforzó la vigilancia policial que se le viene prestando.

Juanele, que ya declaró ayer que era «todo falso», volvió a presentarse hoy ante la justicia acompañado de su hija, de 16 años, que aseguró que su padre había pasado con ella todo el fin de semana y que no se habían separado. El exfutbolista testificó, por su parte, que no fue él quien provocó los daños en el vehículo de Ana Espinosa y que la misiva a la que se refiere ella fue enviada hace una semana.

Juan Castaño tiene una orden de alejamiento de Ana Espinosa dictada por el juzgado de lo Penal número 2 hace tres días. En la sentencia, conocida el pasado viernes, además de la prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio, a su lugar de trabajo o lugares que ella frecuente a menos de 500 metros y de comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento durante tres años, Juanele fue condenado a cinco meses de prisión por un delito de malos tratos en el ámbito familiar. No obstante, al aplicársele la eximente incompleta de alteración mental, no ingresará en prisión. Se le sustituye la pena por la medida de libertad vigilada, consistente en someterse a tratamiento médico ambulatorio por sus padecimientos psíquicos durante tres años. La sentencia llegaba después de que, a principios de mes, el exfutbolista irrumpiera en la peluquería que regenta su exnovia en la avenida de Galicia y la agrediera con un bate de béisbol. Hacía cuatro meses que habían puesto fin a una relación de tres años y medio.