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Marcos Moro
Miércoles, 15 de octubre 2014, 04:44
Los estatutos del PP, en su capítulo tercero, que se centra en el régimen disciplinario de aplicación a sus afiliados, califican entre las infracciones muy graves «la condena por un delito doloso que por su naturaleza o por las circunstancias en las que se haya cometido se considere incompatible con las obligaciones y deberes éticos establecidos en los presentes estatutos, según valoración motivada del Comité de Derechos y Garantías competente».
Entre los escándalos más sonados que han tenido como protagonistas a políticos del PP en los últimos años destaca el episodio de Ignacio Uriarte, presidente de Nuevas Generaciones del PP desde 2006 a 2011 en toda España. En febrero de 2010 tuvo un accidente de coche en Madrid mientras conducía con una tasa de alcohol superior a la permitida, a causa de lo cual fue imputado por un delito contra la seguridad vial. Uriarte, hasta ese momento vocal de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, reconoció los hechos y dimitió de su cargo dentro de la comisión, aunque no entregó su acta de diputado.
También alcanzó gran notoriedad pública el caso del activista de Nuevas Generaciones Ángel Carromero, condenado por homicidio imprudente en Cuba por su implicación en un accidente de tráfico en el que perdió la vida el opositor Osvaldo Payá Sardiñas.
Más recientemente, el pasado mes de abril, un concejal del PP y teniente de alcalde de Nules (Castellón), José Vicente Adsuara, presentó su dimisión tras difundirse por las redes sociales una fotografía suya en la que aparentaba estar manipulando droga en una cocina junto a otra persona. En concreto, preparando una supuesta sustancia blanca, con aspecto de rayas de cocaína, con una tarjeta de crédito. Adsuara se defendió asegurando que la imagen había sido sacada de contexto, pero finalmente abandonó su cargo para «limpiar su imagen y no perjudicar a su partido» ante la repercusión social.
El desfalco de Los Maizales
En clave local, el escándalo más reciente protagonizado por alguien que ha estado vinculado durante años a la política fue el caso del expresidente del Conseyu de Mocedá de Xixón, Jordán Suárez Garea, a quien la comisión promotora de la Fiesta de la Cultura de Los Maizales denunció en los tribunales el pasado mes de mayo por un delito de apropiación indebida, ya que se le acusa de haberse quedado con parte de los ingresos generados por este certamen lúdico de la izquierda asturiana. Suárez Garea fue presidente del Conseyu durante cinco años. Además, ocupó el cargo de secretario de Juventudes Socialistas, a las que está ligado desde su adolescencia. También fue miembro de la Ejecutiva del PSOE con el anterior secretario general, José Manuel Sariego, y fue en las listas municipales de esta formación política.
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