La silla de castaño mayor del mundo

El asiento de los gigantes está en la Feria. Quienes visitaron ayer el Pabellón Central se llevaron una buena sorpresa al toparse con la mastodóntica silla elaborada por los hermanos Juan y Jorge López con madera maciza de castaño. Un material, recuerdan, «cien por cien asturiano».

Con una tradición familiar en el sector de la madera que se remonta a hace más de un siglo, los actuales propietarios de Ibermuebles no pudieron tener mejor idea para promocionar su habilidad con este material. «Aprendimos esta profesión de nuestro padre y él, a su vez, del suyo», señala Juan, quien asegura que él y su hermano son capaces de construir cualquier cosa utilizando sólo madera. «Te hacemos desde una cama hasta un barco o un avión que vuele de verdad», indica guasón, mientras se disputa, de broma, con su hermano el mérito de tan genial idea. «Siempre estoy inventando cosas nuevas. Hace unos años, creé el banco de jardín que se convierte en mesa y, pensando en la Feria de Muestras, en esta ocasión decidí hacer algo a lo grande», explica.

La silla, que tiene un asiento de cuatro metros cuadrados y otros tantos de altura y está elaborada únicamente con madera de castaño y pesa alrededor de una tonelada y media. «Nos llevó cerca de un mes elaborarla, desde el diseño hasta el montaje final», señala Jorge. Indica que todo el proceso se ha llevado a cabo de forma artesanal, pues «no hay máquinas que trabajen con semejante tamaño». Los hermanos aseguran que la suya es «la silla de castaño más grande y robusta del mundo», reconociendo que existen otras mayores, pero de madera aglomerada.

Permiso para subirse

«Asturias es la mayor productora de madera de castaño de España», indica Juan. «Tenemos, además, la de mejor calidad. Sólo hay que fijarse en cómo nuestros hórreos han sobrevivido a la intemperie durante más de dos siglos, no hay otra madera igual», presume.

La sillona de la Feria está a la venta con un precio de 6.000 euros, según señala Jorge. «Por un millón de pesetas, quien quiera se la lleva a su casa. Eso sí, ¡yo no cargo con ella!», matiza entre risas. De momento, compradores no han aparecido en el primer día, pero sí infinidad de parejas y familias que, sorprendidas, no dudan en subirse al respaldo para hacerse una foto.

Amantes de los muebles a lo grande también tienen en su estand una robusta mesa de cuatro metros de largo, los hermanos ya han enviado una solicitud a los responsables del libro Guinness para que se acerquen por Gijón y certifiquen que, efectivamente, la sillona es de récord.