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Iván Villar
Miércoles, 4 de junio 2014, 22:58
El Ayuntamiento renunciará finalmente a rellenar el Tostaderu con arena del Piles y buscará esta misma semana una alternativa más rápida y menos costosa que permita ganar espacio para los bañistas en en la escalera 16 de San Lorenzo. Así lo anunció ayer la alcaldesa, Carmen Moriyón, después de que a finales de la semana pasada la Demarcación de Costas rechazara costear esta operación y obligara al Ayuntamiento, como premisa para autorizar cualquier movimiento, a realizar diversos análisis de estos sedimentos que determinaran si eran idóneos para su traslado a la playa. La regidora señaló que estos estudios llevarían al menos un mes, lo que impediría hacer el trasvase de arena antes de julio, cuando la playa registra ya una alta ocupación. La operación, además, sería compleja, «porque no podemos moverla por el ojo del puente, sino que habría que sacarla fuera del Piles, cargarla en camiones y después verterla en otro lugar». Eso conllevaría un coste para el que no existe partida presupuestaria, lo que según Moriyón supondría un retraso adicional. «Aunque se hiciera una modificación por un procedimiento de urgencia, llevaría un tiempo», argumentó. En este sentido, criticó que Costas no respondiera hasta hace unos días al escrito que les remitió el 20 de mayo para hablar sobre esta cuestión. «Mientras nos contestaron a la carta y demás se nos echó el tiempo encima», lamentó.
La solución pasa ahora por buscar una opción «más efectiva y más rápida», que en cualquier caso debe contar con el visto bueno de la demarcación, único órgano competente para autorizar cualquier intervención en la playa. «Desde el servicio de Medio Ambiente estamos reevaluando cómo solventar el problema de la manera más ágil», aseguró Moriyón, quien se dio de plazo esta semana para presentar una solución alternativa. La falta de arena en el Tostaderu, en cualquier caso, se solventaría con «una aportación muy pequeña» de áridos.
Regeneración de la playa
La alcaldesa reiteró ayer, por otra parte, la «decepción» del gobierno municipal con Costas en este asunto por no argumentar su defensa de la obligatoriedad de cumplir con la declaración de impacto de la ampliación del puerto, que impone la regeneración de San Lorenzo con 110.000 metros cúbicos de arena. «Si hay que cumplir, hay que cumplir, pero le preguntamos qué medidas estaba tomando para que el puerto busque esa arena que nunca llegó a encontrar, con las mismas características granulométricas que San Lorenzo, y su respuesta es que la responsable es la Autoridad Portuaria. Es todo muy decepcionante», lamentó Moriyón. La alcaldesa también criticó que no se les haya explicado «qué ventajas tendría ese aporte de arena y si la demarcación cree que la declaración de impacto ambiental de las obras del puerto sigue vigente después de tanto tiempo y cuando los expertos dicen que la playa no perdió volumen».
Otro punto de desencuentro entre el gobierno local y el organismo dependiente de Medio Ambiente tiene que ver con la participación de la demarcación en el Observatorio de la Playa, foro creado para debatir sobre el estado y uso del arenal de San Lorenzo. Costas rechaza acudir a estas reuniones pese a las peticiones del Ayuntamiento para que al menos envíe a ellas a algún técnico que pueda complementar las informaciones que se usan en sus debates.
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