Robi, el fichaje más rentable

«Pienso que de aquí a final de temporada lo más importante es ir partido a partido, con humildad, sin volvernos locos y sacar el mayor número de puntos posible. El objetivo ahora es la permanencia y sacar cuanto antes al Avilés de Tercera División. Es una categoría que la ciudad no se merece».

Roberto Toral Gómez, más conocido por Robi, llegó al Avilés como un fichaje más de los tantos que hizo el equipo avilesino. Su objetivo era hacerse un hueco en la banda izquierda. Aunque en el Avilés lo conocían como delantero. Roberto Robles fue su valedor. Ahora, siete meses después de su presentación en el Suárez Puerta se ha convertido en el encargado de 'desatascar' el partido cuando éste se traba y ya es la referencia en ataque del equipo con 10 de los veintisiete goles que marca el Avilés: un 37%.

«La verdad es que no pienso demasiado en los goles que llevo o dejo de llevar, me preocupa más la situación del colectivo, aunque sí tengo que decir que teniendo en cuenta que estoy en un equipo puntero y que venía para jugar en banda me había marcado una cifra como ésta como objetivo. Un interior tiene que aportar goles, no sólo llegar allí y centrar».

Ha pasado por casi todos los puestos posibles en estos siete meses que lleva en Avilés, pero tampoco es demasiado problema para él: «Lo único que hay que hacer es cambiar el chip. Este año, con Robles, empecé en el lateral, luego me probó más arriba, después por circunstancias de lesiones tuve que jugar como delantero, y el domingo pasado volví a jugar de lateral, no pasa nada, ya digo que sólo es cambiar el chip. A mí personalmente no me cuesta defender, así que intento hacerlo lo mejor posible en cada puesto».

Pero él no era ni lateral, ni interior. Robi es un viejo conocido del Avilés. Cuando fichó, procedente del Ronda, ya conocía la casa. «Yo estuve en el Avilés en juveniles», explica Robi, que fue descartado por el Oviedo y fichado por el Avilés para su equipo juvenil, donde coincidió con Mimi. Como el de Cangas fue cedido al Pumarín al acabar su etapa juvenil y desde allí emprendió la aventura.

«Me fui a Torrevieja tres meses, luego acabé la Liga en el Iliturgi y a la temporada siguiente jugué en el Ronda y volví al Gijón Industrial». En el equipo malagueño fue donde volvió a coincidir con su entrenador en el Avilés juvenil: Adolfo, pero al contrario de lo que pueda parecer «no fue él el que me llevó, fui yo el que lo llevó a él», explica Robi entre sonrisas.

Su regreso al Avilés coincidió con un proyecto ilusionante, pero... «Cuando ganamos al Sporting B parecía que nos ibamos a salir de la tabla, pero al empezar la Liga nos metieron un palo del que no nos levantábamos todavía. Es como si tuviéramos miedo. Marcamos y nos matan los nervios», señala el ovetense.

Y ahora viene un calendario que mete miedo: «Es el más complicado que podíamos tener, pero el equipo está volviendo a coger confianza. Yo soy optimista, confío en este equipo, pero lo importante es recuperar a la gente que está lesionado y luego veremos si damos más de una sorpresa».

Que equipos como el Candás, el Tuilla o el Llanes estén por encima del Avilés es sintomático de cómo está la categoría, con muchas variaciones, y es que «lo que está claro es que el equipo que lucha, corre y tiene ganas de ganar, va a ganar. La tercera en Asturias no es sólo dinero, es luchar, correr y nada de tonterías. Tenemos que seguir peleando».