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RAMÓN AVELLO
Domingo, 7 de octubre 2007, 03:13
ESPAÑA es uno de los pocos países en los que el himno nacional no tiene letra oficial. Sin embargo, es difícil encontrar una nación que tenga un himno con tantas letras oficiosas, y, en algunas épocas, casi oficiales. La aventura de poner letra a la 'Marcha Real' o 'Marcha de Granaderos' comenzó en 1843, con Ventura de la Vega, y previsiblemente se cerrará a finales de este octubre, con el aluvión de letras que desde diversas instituciones -el Comité Olímpico Español (COE) a la cabeza- se reciben desde hace meses.
El himno nacional no tiene letra porque no nació como himno, sino como marcha. Su función inicial no era inflamar los corazones de patriotismo al simbolizar musicalmente a la nación, sino acompasar los pasos. Parece ser que la 'Marcha Real' se interpretó por primera vez como himno nacional el 10 de octubre de 1866, con ocasión de la boda de Isabel II con su primo Francisco de Asís María Borbón. Pero ¿de dónde procedía esta música?
De una manera un tanto imprecisa se ha atribuido la melodía de la Marcha Real al rey de Prusia Federico II, 'El Grande', notable músico y virtuoso de la flauta, a quien Juan Sebastian Bach le dedicó su 'Ofrenda Musical'. Sin embargo los datos concretos sobre el origen de la Marcha Real son otros. En 1771, Manuel Espinosa de los Monteros (Andújar, 1730 - Madrid, 1810) oboísta, compositor y, posteriormente director de la Real Capilla de Música con Carlos III y Carlos IV publicó el '"Libro de la ordenanza de los toques de pífanos y tambores que se tocan nuevamente en la infantería española'. Entre estos toques figura la melodía de la 'Marcha de Granaderos'. Es probable que Manuel Espinosa incluyese en este libro tanto creaciones propias como piezas que habitualmente se tocaban y que él recogió. El caso es que en esta obra de Manuel Espinosa de 1771 aparece por primera vez la melodía de la 'Marcha de Granaderos'.
Concursos y pleitos
Es durante el reinado de Isabel II, cuando la 'Marcha Real' se eleva al rango de himno nacional. En 1868, con la Primera República, se convocó un concurso, que quedaría desierto, para la creación de un nuevo himno nacional, por lo que se siguió utilizando la 'Marcha Real' hasta la Segunda República (1931- 1939), en la que fue sustituida por el 'Himno de Riego'.
Musicalmente, la primera instrumentación orquestal de la 'Marcha Real' la realizó y la registró como suya, lo que dio lugar a un largo pleito, el director de orquesta Bartolomé Pérez de las Casas en 1907. Básicamente esta instrumentación, revisada por el director de la Banda Real de Palacio Francisco Grau Vergara es la actual versión del himno nacional.
Ya antes de que fuese declarado con esta categoría, hubo algunos intentos de ponerle letra Entre estos intentos primeros, cabe destacar el llevado a cabo por Ventura de la Vega en 1843 que cerraba la segunda estrofa con estas palabras: «Venid españoles/
Al grito acudid.
/ Dios salve a la Reina,/Dios salve al país». En el reinado de Alfonso XIII, el dramaturgo Eduardo Marquina creo una nueva letra para el himno. Empezaba «Gloria, gloria/, corona de la Patria,
/soberana luz
que es oro en tu pendón/. Vida, vida/, futuro de la Patria,/
que en tus ojos es
abierto corazón». Menos repercusión pero más aliento poético tuvo la letra que escribió el Padre Galo y que a finales de la década de los veinte se cantaba en las escuelas de Cadavedo. Tras la guerra civil, José María Pemán compuso una nueva letra que, pese a su obligatoria difusión no llegó a imponerse oficialmente. Ahora, tras una iniciativa del Comité Olímpico español, secundada por numerosos deportistas, España intenta encontrar una letra adecuada para los sones de su himno.
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