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Domingo, 18 de diciembre 2016, 18:59
Lo de Paz Padilla no es lo políticamente correcto. Si hace tres meses armó la marimorena por un comentario racista en Sálvame (dijo que le habían sorprendido los negros porque eran muy trabajadores), ahora una foto en Instagram ha vuelto a poner el foco sobre su xenofobia. Esa es la percepción que tuvieron de ella ayer sus seguidores después de que colgara en la red una foto en la que sale con su hija y su empleada doméstica.
Con la navideña imagen, cargada de elementos decorativos, la presentadora aprovechaba para felicitar las fiestas. Pero hay algo en la fotografía que cabreó a los internautas: la asistenta no mira a la cámara, aparece en segundo plano, con una media sonrisa y sirviendo leche a su jefa.
«Ridícula», «patética» y «tonta del culo» son algunos de los 'cariñosos' apelativos que mandan a la también humorista sus seguidores, quienes creen que debería haber sentado a la mesa a la chica, en lugar de dejarla en un lugar socialmente -y presuntamente- inferior. Sin embargo, también hay quien ve la imagen de la gaditana de una forma totalmente distinta y alaban el hecho de que esté dando trabajo a una mujer extranjera.
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