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«Para ser infiel hacen falta señoritas, por llamarles algo»

«Para ser infiel hacen falta señoritas, por llamarles algo»

Alba Carrillo habla sin tapujos sobre lo que considera la causa de su ruptura con Feliciano López

arantza furundarena

Martes, 19 de julio 2016, 10:54

«De El Caserío me fío», decía el legendario anuncio. Hasta que una multinacional americana cerró la fábrica de Mahón y se llevó la producción de quesitos a Bélgica. «De Feliciano me fío», confesaba Alba Carrillo en estas mismas páginas en 2013. Hasta que tres años después la multinacional del ligoteo le deslocalizó el marido (tal vez porque estaba como un queso) y su proyecto de vida en común tuvo que echar la persiana.

Ahora Alba llora lágrimas negras. Pero solo porque el lunes por la noche se emocionó y se le corrió el rímel (no era waterproof) durante su debut en Hable con ellas. En todo lo demás, su historia se parece poco a la que relata el cubano Miguel Matamoros en su famoso bolero. Es verdad que a ella también la han dejado en el abandono, pero no puede decir eso de «Lloro sin que tú sepas que el llanto mío...» porque sus lágrimas negras fueron públicas y notorias, vertidas en un plató ante miles de espectadores y difundidas minutos después por las redes, donde ya circulan crueles memes en los que comparan el emborronado rostro de la modelo con el del Joker del Caballero Oscuro.

Alba no para de lanzarle misiles de largo alcance a su ex. Y este los esquiva como puede. Un año después de pregonar su plena y total confianza en Feliciano («que digan que es mujeriego no me asusta porque en peores plazas he toreado», decía). Vestir de blanco y no tener aún fijada la fecha de su enlace la tenía un poco alterada. Así que se desahogó: «Eso de las bodas íntimas lo dicen algunas mujeres para no amedrentar a los hombres y que no salgan corriendo. Pero las bodas tienen que ser a lo grande». La suya lo fue. Con exclusiva incluida. Y más a lo grande está siendo la separación, con exclusiva incluida.

Cuando era novia del motorista Fonsi Nieto, Alba ya advertía de sus intenciones. «Yo casarme me voy a casar, con Fonsi o sin él». Tiempo después, el pressing nupcial recayó sobre otro deportista de élite: Feliciano López. Ahora Carrillo culpa de su fracaso a las mujeres. «Para ser infiel hacen falta señoritas, por llamarles algo». Ella dice que Disney le ha hecho mucho daño. Pero, oyéndola, se diría que más daño le ha hecho Arturo Fernández... (chatina).

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