«Pensé en tener hijos sola»

Tras la imagen de mujer fatal de Chenoa, se esconde Laura Corredini (Mar de Plata, Argentina, 1975), mucho más familiar y sensible. Con un único mantra: Soy humana, que da título al último disco de la triunfita, que lleva quince años participando como intérprete y jurado en programas musicales de televisión.

Canta a la soltería y a la vida. ¿Es más segura a los 40?

No creo que sea la soltería ni los 40. Soy humana te invita a hablar desde la sinceridad, la honestidad y la calma.

En su familia todos se dedican a la música, menos su abuelo que era «cocinero y vasco». ¿Le dan consejos en casa?

¡Uf! bastantes. Pero yo también los pido. Es divertido consultar a los que más saben y han vivido la profesión. Mi madre es cantante, mi abuela cantaba tangos y mi padre es bajista. Todos hemos comido de la música, con lo cual la respetamos muchísimo.

¿Y qué tal con los fogones?

La cocina no la llevo muy bien, porque no me dejaban entrar en ella de pequeña. ¡Pero tampoco soy tonta y sé lo que está rico y lo que no! Y cuando cocinas sanito es todo más fácil porque es hervido y al vapor. Eso lo piloto bien, si me preguntas por un potaje ya no.

Es una mujer de rompe y rasga. ¿Cómo era Laurita (su nombre real) de niña?

Siempre he tenido fama de echada para delante, pero el que se molestaba en conocerme sabía que era como el yin y el yang. Hay gente que parece muy débil y luego tiene mucha garra. ¡Es lo que tú enseñas! Yo siempre he mostrado ese punto para defenderme en la vida. Ahora estoy más calmada y no tengo ganas de ponerme agresiva, ni mucho menos.

¿De qué o quién se defiende?

En mi trabajo estás expuesta 24 horas y cualquier persona puede opinar de ti. Tienes que tener un refuerzo mental para poder llevarlo. Si no te acaban afectando cosas que no tienen tanta importancia.

Hace cuatro años se planteó dejar la música. ¿Le absorbió?

¡Sí! Pensé en parar un poco. Pero no fue un trauma, fue una decisión. Aunque ganó la música.

Tiene un grupo de WhatsApp con sus compañeros de OT. ¿Con quién se lleva mejor?

¡Con todos! Nos solemos dar los buenos días y hablamos un poquito. Han pasado 15 años y nos seguimos adorando. ¡Es muy bonito! Hace años hicimos una quedada.

En su single canta que es «humana». ¿La gente ve más el personaje que la persona?

Es un recordatorio. El mundo te dice que todo tiene que ser perfecto, pero hay lugar para las equivocaciones. Se aprende de ellas.

Una vez al año visita al psicólogo. ¿Qué le ha enseñado?

Mi psicólogo Claudio me ha enseñado algo muy bonito que es lo que digan los demás, es lo que digan los demás. Es muy sencillo, pero hay que interiorizarlo.

¿Va cuando se encuentra mal o por mejorar su motivación?

¡Pues no sé, hija! (risas) ¡Voy cuando tengo tiempo y sin ningún tipo de urgencia! Porque creo que es bueno. Nada más.

¿Ha sufrido mucho en la vida?

No, jamás diría algo así. Hay otras vidas que sí han sido muy sufridas. Yo todo lo que he pasado he tenido el apoyo y la fortaleza para sobrellevarlo.

Uno de los estigmas de las mujeres es el de no tener pareja. ¿Está cambiando la sociedad?

Yo directamente paso de ese tema, no es algo a lo que haya que darle importancia. Y cuando me preguntan, no es que eche balones fuera, pero no me explayo.

¿Se ha planteado tener hijos sola?

¡Ay! (suspira y se lo piensa) En algún momento sí he pensado en tener hijos sola, pero no ha surgido. ¡Sin más, sin trauma!

Su apariencia es de ser un huracán. ¿Cree que da miedo a los hombres?

Si se asustan tienen ellos el problema. Si conoces a alguien no te tienes que quedar con la primera impresión.