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La infanta Elena se aplica en el teleobjetivo, mientras Froilán observa el que le fotografía.
Froilán a babor

Froilán a babor

La infanta Elena fotografía la regata de Palma desde el mar con un potente teleobjetivo digno de un paparazzi

ARANTZA FURUNDARENA

Viernes, 7 de agosto 2015, 00:36

La Bahía de Palma está viviendo estos días una guerra de teleobjetivos, una incruenta batalla naval entre los paparazzi que siguen a los regatistas ilustres, con el Rey a la cabeza, y los ilustres que sacan a pasear sus cámaras... Hay ahora mismo más 'disparos' en aguas de la capital mallorquina que en Waterloo. Si el miércoles, la 'Bobo', una lancha neumática cargada de periodistas del corazón, recibió una amonestación al llegar a puerto por haber estado a punto de colisionar con el 'Aifos', el velero que gobierna don Felipe, ayer fue la infanta Elena la que les tomó el relevo y desenfundó un potentísimo teleobjetivo con el se dedicó a disparar en todas las direcciones. «¿Vocacion de paparazzi?», se preguntaban algunos.

A falta de Reina Letizia e hijas, los informadores gráficos que cubren la 34 Copa del Rey-Mapfre de vela se están hinchando a retratar a Froilán: de frente, de perfil, de babor a estribor y de proa a popa... El hijo de la infanta Elena tardó en llegar a la isla, pero ahora no para de hacerse visible.

El miércoles navegó en la lancha 'Somni' con su madre y su hermana. Ayer, a ellos tres se les unió además la reina Sofía junto al doctor Froucheau y Tatiana Ratchild, un matrimonio amigo de toda la vida que lleva años acompañando a la monarca en sus veraneos en Mallorca. Pero mientras Elena y Victoria se entregaban con alegría al frenesí fotográfico, Froilán, el objetivo de muchos de los disparos de los paparazzi aparecía no hundido, pero sí un poco 'tocado'... Tal vez pensaba en su presunta novia Carlota. La presencia de otra navegante en la lancha hizo pensar en un primer momento si estaría ella a bordo. Luego se vio que la edad no correspondía.

El Rey se puso ayer por segunda jornada consecutiva al timón del barco de la Armada. A la Reina se la ha podido ver en tierra (Marivent, Almudaina), pero no en el medio acuático. Igual que el año pasado (y el anterior, y el otro...) doña Letizia no ha pisado aún (ni es probable que lo haga) el Club Náutico de Palma. «Esta invitada», repite su presidente. Tanto Javier Sanz como su esposa, Carmen Mariano, acudieron a la recepción real en la Almudaina el miércoles por la noche y departieron con los Reyes, pero no obtuvieron una respuesta clara a su invitación. A falta de certezas, sobran especulaciones. La más extendida: que a Letizia no le gusta el ambiente de la vela. Sin embargo, años atrás solía pasar por el club, sola o con sus hijas, a llevar o a recoger al entonces Príncipe. Fue en uno de sus pantalanes, recién desembarcado Felipe, donde se tomó la famosa 'foto del beso'.

Antaño, cuando los veraneos reales duraban más de un mes, los monarcas tenían un megayate y no existía Podemos, el Rey Juan Carlos solía navegar a diario y Sofía, cuando no visitaba el club, seguía desde el 'Fortuna' las evoluciones del 'Bribón', el barco de su marido, o las de los veleros de sus hijos, que también competían. Había tantas imágenes marineras de la familia real que se podría haber empapelado la catedral de Palma con ellas. Hoy, Felipe ya no navega toda la regata (si acaso dos o tres días), Letizia apenas se embarca en la 'Somni' y Leonor y Sofía aún no han recibido (ni parecen tener prisa por hacerlo) su 'bautismo' como regatistas, mientras que todos sus primos a su edad ya estaban apuntados a cursos de vela... O hay algo que lo desmienta en los próximos días, o bien podría decirse que la nueva familia real se está haciendo más de secano.

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