«Esto es demasiado, mucha tragedia»

Si se fijaron bien, hay una mujer que patea los arenales de Gijón como nadie estos días. Era Toñi Estrada, madre de la televisiva Natalia Estrada y abuela de Natalia Mastrota. «Van a acabar conmigo, menos mal que tengo la playa para soltar adrenalina», masculla. El terremoto llenó los noticiarios a este lado del mundo cuando su nieta andaba de expedición en el Himalaya, regresando de una ascensión a 6.500 metros de altitud. Por suerte, esta bambina de sangre asturiana se había tomado su tiempo, retrasando su plan de ruta. Cuando la tierra empezó a temblar, le quedaban 20 minutos para llegar a Katmandú. «Menos mal. Su idea inicial era estar en ese momento en un hotel de la ciudad que se ha venido abajo», relata Toñi.

Mastrota pertenece a la selección italiana de esquí alpino, le falta poco para cumplir los 20 años y en las primeras horas del suceso acertó a transmitir en las redes sociales que estaba bien pero ante «una brutta situazione». Luego confió a su abuela: «Esto es demasiado, hay mucha tragedia». Junto a sus camaradas aprovechó las ropas y tiendas de la expedición para improvisar un campamento cerca del aeropuerto de Lukla, considerado uno de los más peligrosos del mundo porque su pista está encajada entre montañas. Ayer, telefoneó de nuevo a Gijón para tranquilizar. «Me dijo: nona, estoy más fuerte y aquí hay muchos heridos y muertos, mi papel ahora es ayudar en lo que pueda», reproduce la abuela.

El Gobierno italiano también se está movilizando para evacuar a sus nacionales en el país. En la zona empiezan a correr informaciones sobre un posible rescate que podría producirse hoy mismo. «Pero ya me está dejando caer que igual se tiene que quedar para cooperar con tanta tragedia», comenta la matriarca, con indisimulada resignación. «Esta visto que esta familia es así», asume Toñi, con la vista puesta otra vez en la playa: «Esto es terrible y te tienes que distraer la mente con algo».