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Cumpleaños medio feliz

Antonio Banderas celebra sus 54 agostos en la Starlite de Marbella, una rutilante gala en la que pesó la ausencia de Melanie Griffith

ARANTZA FURUNDARENA

Lunes, 11 de agosto 2014, 01:43

El 90% de los hombres que se divorcian lo hacen para irse con otra más joven. Pero Antonio Banderas no es como la mayoría de los hombres (de momento). Desde que se ha separado de Melanie, el actor está muy formalito, ejerciendo de padre responsable de su hija Stella del Carmen hasta en el Machu Picchu, dedicado en cuerpo y alma a su trabajo de actor... O acudiendo a fiestas solidarias. Pero incluso ahí, si tiene que posar oficialmente con alguna rubia despampanante (Anne Igartiburu, por ejemplo), coloca a una señora de edad (Mia Farrow) en el medio (otra cosa es que luego la rubia le insista para hacerse un 'selfie'). Es lo que ocurrió en la quinta edición de la gala Starlite, organizada el sábado por la noche en Marbella. Como ya viene siendo habitual, Banderas (muy bronceado y delgado) celebró en dicha fiesta su cumpleaños (hizo ayer 54), pero por primera vez en solitario, sin la que fuera su alma gemela durante dos décadas, Melanie Griffith, que justamente ese sábado cumplía 57 a miles de kilómetros de Málaga y con el brazo derecho todavía dolorido por la abrasión de un viejo tatuaje del que ha querido borrar para siempre el nombre de Antonio.

El mayor evento filantrópico de España, que ya lleva recaudados más de un millón de euros, se denomina 'Starlite' y no 'Starlibre', como le hubiera gustado a más de una, dado que su anfitrión vuelve a estar 'en el mercado'. «Es guapo y recién separado: lo tiene todo», ha dicho de él Bárbara Rey. Pero que la fundación para la que Antonio solicita fondos se llame 'Lágrimas y Favores' no implica necesariamente que él esté dispuesto a hacerlos... Casi 500 celebridades, desde Tita Cervera a Valeria Mazza, pasando por una animadísima Eugenia Martínez de Irujo, participaron en la cena apoquinando unos mil euros por cubierto. Lo recaudado irá directamente a Niños en Alegría, de Sandra García-Sanjuán y a la fundación de nuestro internacional actor malagueño, que ya ha avisado que piensa repartirlo entre varias organizaciones benéficas, entre ellas, Cáritas.

Fan de Cáritas es Mia Farrow, que recibió el Premio Honorífico. Aunque la actriz estadounidense en su día adoptó a diez niños (una de ellas está casada actualmente con su exmarido), asegura que a sus 69 años aún no alcanza a entender para qué está en este mundo (aparte de para poner a bajar de un burro a Woody Allen). De Banderas dijo que es un gran 'besador', pero solo a nivel ficticio, es decir, durante el rodaje de una película, que es el único lugar donde el actor la ha besado. El empresario mexicano Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, recogió el Premio Starlite Humanitario. Nadie reparó en el hecho de que el auténtico humanitarismo debería comenzar por prohibir este injusto sistema que permite la acumulación de tantísimo dinero en tan pocas manos... Pero es que era una cena de millonarios, no una asamblea de Podemos.

A las doce en punto de la noche Banderas sopló las velas sobre una tarta firmada por Escribá. Cuentan que la gala resultó más aburrida que la del año pasado. Faltaba la chispeante Melanie. Y aunque Ana Obregón volvió a darlo todo en su enésimo intento por emular a la Monroe, no es lo mismo. A Hiba Habouk la criticaron por sosa a la hora de entregar un premio (tuvo que leer hasta para dar las gracias). El torero Ponce se soltó la coleta y cantó, acompañado a la guitarra por un vacilón Antonio Carmona. Su tocayo Banderas consiguió que Mia Farrow entonara algo parecido al 'Quiéreme mucho'... Y lo más caritativo de todo: se subastó una cena con Julio Iglesias. Y hubo quien pagó 30.000 euros.

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