![Asturias mantiene sus nueve estrellas Michelin](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/201711/22/media/cortadas/estrellas-michelin-asturias-kesH-U50187394318LR-624x385@El%20Comercio.jpg)
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Sin novedades. Así se quedó el panorama gastronómico asturiano tras la gala de presentación de la nueva Guía Michelin España & Portugal 2018 celebrada anoche en Tenerife. Una situación que no es nueva, pues este es el tercer año consecutivo que la región se queda sin sumar estrellas. Al menos, tampoco las pierde. El Principado mantiene sus nueve brillos repartidos en ocho restaurantes: Casa Marcial continúa a la cabeza con dos, y le siguen Casa Gerardo, Auga, La Salgar, El Corral del Indianu, Real Balneario, Arbidel y El Retiro, con uno.
La sensación entre sus responsables era que podrían haber caído estrellas nuevas, pero que la Guía parece apostar más ahora por el Mediterráneo. «Estoy confundido porque aquí hay muy buenos restaurantes; yo tenía cuatro o cinco que de verdad pensaba que se la iban a llevar», aseguraba nada más conocer el resultado José Antonio Campoviejo. «De Asturias se olvidan con bastante facilidad, parece que es más fácil ganarlas en otras comunidades», apuntaba el cocinero de El Corral del Indianu, en Arriondas, al tiempo que incidía en el protagonismo que se había llevado Cataluña en los últimos dos años: «Que les hagan una guía para ellos», zanjaba tras saber que Cataluña se quedaba con cuatro restaurantes triestrellados y dos biestrellados, además de sumar cuatro estrellas nuevas.
Marcos Morán vio cómo Asturias no recibía nada nuevo desde el nuevo proyecto que acaba de abrir en Bruselas. «Es una lástima porque aquí se hacen las cosas bien y la prueba está en que los clientes responden. Me cuesta ver que se olvidan de un sitio tan emblemático y con continuidad como es Casa Fermín», apuntaba el cocinero, a quien le gustaría compartir la llegada de una nueva estrella aún con su padre en la cocina. «La Michelin de Casa Gerardo la ganó él a principios de los años 90 mientras yo estaba jugando por ahí. Yo aspiro a todo y creo que tenemos la estabilidad y un equipo súper cuajado como para lograrlo», aseguraba.
El último en rubricar su nombre en la lista de Estrellas Michelin fue Ricardo González Sotres, que lo hizo en 2014. Él coincide con Morán al incidir en el buen trabajo que se hace en la región porque «que no haya nuevos nombres no significa que no haya muchos sitios donde comer bien en la región». Por eso recuerda que, además de las estrellas Michelin, la Guía también hace la distinción Bib Gourmand y recomienda restaurantes. «Eso también atrae a comensales, nosotros al final somos negocios y lo que necesitamos son clientes», explicaba. Sotres, anoche, estaba en Tenerife junto a Jaime Uz y Nacho Manzano. Eran la representación asturiana en la isla, algo que «da algo de tranquilidad porque piensas que si te invitan, será que no te la quitan», bromeaba Sotres.
Conocidos los resultados, Nacho Manzano entonaba el ‘la vida sigue igual’. «Es una pena porque todos sabemos lo bueno que es para la comunidad sumar distinciones y, además, hay colegas que están haciendo cosas muy buenas y se lo merecían», reconocía el chef. que tiene, junto a su hermana, Esther, dos estrellas Michelin en Casa Marcial y una más en La Salgar, en Gijón. «Yo venía pensando ‘Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy», bromeaba poco después de confirmar que su deseo se había cumplido: «Que nos mantengamos está bien, es un premio al esfuerzo diario».
Así lo ve también Jaime Uz, responsable de Arbidel, en Ribadesella. Su restaurante es, junto a El Corral del Indianu, El Retiro y Casa Marcial, una prueba más de que en el oriente asturiano se come muy bien. «Es una pena que se olviden una vez más de Asturias y Galicia», cuenta, al tiempo que comenta que ahora parece que los responsables de la Guía están siendo muy generosos con el Mediterráneo y, sobre todo, a la hora de dar la segunda o la tercera estrella a restaurantes, a la vista de que cada vez hay más.
El firmamento asturiano sigue brillando con fuerza, pues presumir de tener nueve estrellas Michelin no puede hacerlo cualquiera. Pero la sensación de los cocineros que lo hacen posible es que se merece más porque el producto, el trabajo y la calidad están ahí. La fiesta de los cocineros concluyó de madrugada. Hoy, los restaurantes de España y Portugal seguirán trabajando para poder estar el año que viene en el epicentro de las celebraciones.
Nacho Manzano sigue siendo el cocinero más laureado por la Guía Michelin, que mantiene con dos brillos Casa Marcial, el restaurante ubicado en La Salgar, en el concejo de Parres. El primero lo ganó en 1999 y el segundo, en 2010. La Guía aplaude su apariencia sencilla y su ambiente rústico-actual. Los hermanos Nacho y Esther Manzano han sabido convertirse en referente de la cocina asturiana; su tercera estrella la tienen en Gijón.
Pedro Morán consiguió la estrella Michelin a principios de los años 90. Ahora, su hijo Marcos también forma parte de Casa Gerardo, el restaurante ubicado en Prendes. Son la cuarta y quinta generación de una familia dedicada a la cocina.
Ricardo González Sotres fue el último cocinero asturiano en unirse al universo Michelin. Lo hizo en 2014 con El Retiro, el bar-tienda familiar que convirtió en restaurante y se encuentra en Pancar, en el concejo de Llanes.
José Antonio Campoviejo lleva coleccionando guías Michelin desde que aparece en ellas su restaurante de Arriondas, El Corral del Indianu. Con la edición presentada ayer, se pueden ver en sus estanterías un total de diecinueve.
La familia Loya es una apuesta segura cuando se habla de gastronomía asturiana. El más joven de todos, Isaac, ganó y ahora defiende la estrella Michelin del Real Balneario de Salinas. Sus puntos fuertes son el pescado y el marisco.
De los dos restaurantes de Gijón con estrella Michelin, uno es Auga, el que dirige Gonzalo Pañeda. La Guía aplaude su ubicación, en pleno puerto deportivo, y con idílicas vistas al mismo, así como su agradable terraza.
Esther Manzano, hermana de Nacho, defiende su propia estrella en La Salgar, el otro restaurante gijonés destacado en la Guía Michelin desde 2013. Su cocina bebe de la tradición y sus elaboraciones cuidadas la han colocado donde está.
En el año 2013, Jaime Uz logró la estrella para Arbidel, en Ribadesella. La Guía señala su restaurante como una «¡joya gastronómica!» y aplaude su sala rústica-actual, así como su terraza. La apuesta por el producto y la calidad son claves.
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