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Noelia A. Erausquin
Jueves, 26 de noviembre 2015, 00:19
El preconcurso de acreedores de Abengoa tiene su repercusión en Asturias. El grupo andaluz controla más del 50% del capital social de Rioglass Solar, compañía dedicada a la producción de espejos solares que cuenta con plantas en Sovilla (Mieres) y Villallana (Lena). Estas factorías emplean a más de cien trabajadores, aunque en su día la cifra llegó a superar los dos centenares. Tras pasar por expedientes de regulación de empleo, la reducción de un turno y la salida de muchos compañeros, la plantilla actual contaba con carga estable de trabajo y tenía la esperanza de disponer de ella también en 2016. Sin embargo, los problemas que arrastraba Abengoa no permitía a los empleados confiarse.
A media mañana de ayer, la noticia de la renuncia de Gonvarri a participar en la ampliación de capital y sus consecuencias para la multinacional cayeron como un jarro de agua fría. Abengoa no solo tiene una presencia mayoritaria en el capital de Rioglass, sino que gran parte de sus pedidos se destinan a las plantas termosolares que el grupo andaluz construye por todo el mundo. «No sabemos hasta qué punto afectará, pero seguro que lo hace», expresaban ayer desde la plantilla. Los trabajadores, además, reclaman una reunión con la dirección de las factorías para saber en qué situación se encuentran y cuál será la repercusión del preconcurso en las plantas asturianas. «Surgen muchas dudas y preocupación», apuntaban.
Pese a su mayoría accionarial, los responsables de Rioglass aseguran que Abengoa no puede tomar decisiones de calado en la compañía asturiana, pero reconocen que su mala situación no es una buena noticia. En lo que se refiere a los pedidos, prevén que peligre el pago de algunos espejos, pero afirman que para el año que viene ya no contaban en su cartera con pedidos del grupo andaluz.
Abengoa aportó parte del capital cuando se creó la planta de Rioglass en Lena, pero posteriormente fue incrementando su porcentaje hasta superar el 50% en 2011. Posteriormente llegarían los años más críticos, aunque las plantas pudieron sobrevivir.
No obstante, Abengoa no tuvo nunca en Asturias una presencia tan importante como la que tiene en Andalucía, su lugar de origen, o en el País Vasco. A través de su antigua filial de medio ambiente Befesa -vendida en 2013 a la firma de capital riesgo Triton Partners-, sí contó con otras compañías en la región como Befesa Fluidos,una ingeniería ubicada en una casona del siglo XIX frente al Grupo Covadonga en Gijón, o Befesa Gestión de Residuos, en Carreño, que se dedicaba principalmente a la limpieza de tanques.
La empresa de origen andaluz da empleo a 24.000 personas en todo el mundo. Tiene presencia en 80 países y su quiebra tendría unas dimensiones colosales si se compara con otros concursos de acreedores presentados en España. La compañía factura al año unos 7.000 millones, aunque hay que tener en cuenta que, además de la deuda bancaria que mantiene vía préstamos directos o avales, Abengoa adeuda a sus proveedores casi 5.500 millones cuya ejecución también pesa sobre el futuro de la firma.
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