Montoro llama a perseguir el fraude fiscal sin mirar «nombres o afiliación política»

Cristóbal Montoro ha roto su silencio sobre la presunta investigación sobre Rodrigo Rato, que trata de comprobar si el exministro popular, que podría haberse acogido a la amnistía fiscal, ha utilizado paraísos fiscales para blanquear su fortuna.

El ministro de Hacienda, sin citar nombres y sin confirmar la investigación, ha animado a la Agencia Tributaria y a sus inspectores a perseguir las bolsas de fraude y los indicios de delito sin preocuparse lo más mínimo por los nombres de los posibles defraudadores, ni su actividad profesional, ni su relevancia social, ni su afiliación política. Su único objetivo, ha dicho en el Congreso, debe ser el respeto a la ley y al interés social, que debe estar por encima de todo, incluido los intereses políticos o electorales, los compañeros y los rivales, los amigos y los enemigos. Que cada cual responda de sus actos, ha resumido.

Montoro, no obstante, ha afeado a la oposición que pida su dimisión o se escandalice por esta investigación, cuando lo que considera que sí sería escandaloso es que no se investigara a alguien por su relevancia social, como, ha añadido, ocurría en ocasiones anteriores.

Álvaro Anchuelo, de UPyD, le ha contestado de inmediato que el problema y la crítica no es porque se investigue ahora a Rato, el error, el gran error, fue la propia amnistía fiscal. Rato ha podido acogerse a ella porque la hubo, ha indicado. En la misma línea fue el PSOE, que le reprochó aprobar una vergonzante amnistía fiscal.

IU le ha exigido que, después de conocerse el caso del exministro, publique ya de una vez la lista de los grandes defraudadores fiscales, porque la presión social también es útil en la lucha contra el fraude.

El PNV, a través de Pedro Aspiazu, se ha unido al reproche general contra Montoro y ha insistido en que el hecho de que Rato se haya acogido a una amnistía fiscal es un escándalo.