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SUSANA BAQUEDANO
GIJÓN.
Sábado, 24 de febrero 2018, 01:38
La banca acreedora presentó ayer a la dirección de Duro Felguera una primera propuesta que aleja la amenaza del concurso de acreedores y da oxígeno a la compañía asturiana. Este 'term sheet' o carta de intenciones consta de dos partes: una sería la refinanciación, que compete a las entidades financieras, y otra, la reestructuración que corresponde a la empresa. Ambas partes tienen que hacer los deberes. En lo que respecta a la banca, el 'pool' -integrado por Banco Santander, Caixabank, Banco de Sabadell y Banco Popular, Bankia, BBVA, Banco Cooperativo Español y Liberbank- propone una quita de entre el 70 y 75% de la deuda, que a día de hoy se sitúa en los 320 millones de euros, y una inyección de dinero fresco de 25 millones de euros, según fuentes conocedoras del proceso.
Llegar hasta los 125 millones que es la cifra que se calcula que Duro Felguera necesita para reactivarse, es ya tarea de la compañía. Es decir, le harían falta 100 millones de euros que podrían venir, bien de una ampliación de capital o bien de inversores, o de una fórmula mixta que incluyera las dos opciones y que es la alternativa que, al parecer, estudia actualmente la firma. Su presidente, Acacio Rodríguez, ha recibido «señales positivas» de diversos industriales y empresarios asturianos que estarían dispuestos a entrar en la firma de ingeniería.
Además, la banca estaría dispuesta a acordar un plan de avales por otros 100 millones de euros, que serían a aportados al 50% por las entidades financieras y la empresa. Para ello, Duro Felguera se comprometería a aportar garantías de proyectos o desinversiones.
Esta propuesta de la banca está en línea con el respaldo que le ha venido dando a Duro Felguera desde la firma del primer 'standstill' o tiempo de espera, acordado en septiembre y que fue renovado en enero para llegar hasta el 15 de abril. Hasta entonces y gracias a ese pacto, la compañía se obliga a no presentar concurso de acreedores y la banca se compromete a no emprender acciones legales o requerir de pagos al deudor, hasta la finalización del proceso de negociación y reestructuración de la deuda.
Con esta 'hoja de términos', la banca deja claro que no pretende entrar en el capital social de la empresa; deja la gestión para los gestores. El actual equipo de Acacio Rodríguez, por su parte, también ha hecho gestos que dan idea del cambio en la compañía tras la salida del anterior presidente, Ángel del Valle. Rodríguez ha reestructurado el consejo de dirección, reduciendo sus miembros y sus costes, y proseguirá con los mandos intermedios. Además, ha contratado al bufete Ontier para analizar las plantillas de Gijón y Madrid.
Esta primera propuesta de las entidades financieras tiene que ser evaluada ahora por la dirección de Duro Felguera y por cada uno de los comités de riesgo de los bancos que conforman el 'pool' de acreedores. Es, por tanto, un borrador que necesita tiempo para materializarse. Fuentes cercanas a la empresa ya habían anunciado que la ampliación de capital podría llevarse a cabo en el mes de junio, con lo que aún quedarían al menos cuatro meses para ir dando forma al acuerdo. En cualquier caso, este gesto de la banca aleja, como se decía al inicio, la amenaza de un concurso de acreedores después de que un juez haya admitido a trámite la petición de un proveedor -la ingeniería gijonesa ITK- para declarar el concurso por una deuda que Duro Felguera niega.
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