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Las nuevas energías de la reconversión

Biomasa, geotermia y biogás son sus apuestas de futuro

s. b.

Jueves, 9 de marzo 2017, 04:13

Al igual que el sector minero en toda Europa, el Grupo Hunosa está viviendo su propia reconversión. Mantiene la actividad minera -extracción y comercialización de carbón- que le dio sentido a su nacimiento en 1967, y la explotación de una central termoeléctrica, pero la compañía también se ha reinventado con vistas al futuro. Su apuesta: el negocio de nuevas energías, como la geotermia, la biomasa y el biogás.

En geotermia, una energía que se genera aprovechando la temperatura del agua que mana en las minas, Hunosa cuenta con un contrato de suministro al Hospital Álvarez Buylla, centro sanitario de referencia en la comarca del Caudal, en vigor hasta el año 2035, y otro con la Universidad de Oviedo, comprometido hasta 2019. Además, tiene suscrito otro con la Fundación Asturiana de la Energía (Faen) y será el gestor energético de la entidad durante los próximos ocho años, hasta 2023. En este mismo sentido, Hunosa ha alcanzado un acuerdo con la Consejería de Servicios y Derechos Sociales del Principado de Asturias para ampliar la red de geotermia a las viviendas de La Mayacina. La empresa ha organizado además dos cursos de extensión universitaria sobre geotermia en el Campus de Mieres que se celebraron el pasado verano y el de 2015 verano.

La biomasa es otro frente de trabajo. En este ámbito, Hunosa ha puesto en marcha con Urbaser, división medioambiental del Grupo ACS, una nueva línea de negocio de servicios energéticos dedicada a la instalación de calderas de biomasa, la gestión y mantenimiento de este servicio, y el suministro de dicha biomasa. La nueva actividad permitirá aprovechar la madera del patrimonio forestal de Hunosa, más de 3.800 hectáreas localizadas en el centro de Asturias, como combustible para las calderas. De esta superficie, a día de hoy, hay 1.565 hectáreas de masa boscosa en las que se podrían obtener 408.654 metros cúbicos de madera. No hay que olvidar que, dentro de los planes de reforestación y recuperación de terrenos degradados por la actividad minera, Hunosa ha plantado a lo largo de los últimos años cerca de 150.000 árboles en el área central de Asturias.

En esta línea, una vez cumplidos todos los trámites administrativos, de inmediato se pondrá en marcha la obra para construir el Centro de Tratamiento de la Madera de Lieres, en Siero. La obra, denominada Proyecto básico para construcción de una nave logística de biomasa en el polígono de Lieres, prevé un periodo máximo de ejecución de seis meses. La nave se ubicará en el polígono industrial de Lieres. La investigación también está presente en la biomasa. Hunosa ha participado en el proyecto Pellt-it para analizar la capacidad de la térmica de La Pereda en la co-combustión de carbón, estériles y pellets. Los resultados han sido muy positivos y la central térmica de Hunosa fue capaz de funcionar sin perder rendimiento sustituyendo un 30% del mineral por biomasa. Las pruebas han venido a demostrar que la central térmica está en condiciones de comenzar a quemar biomasa. El objetivo podría ser quemar 300.000 toneladas de biomasa al año.

Por último, la nueva línea de negocio de biogás de Hunosa es ya una realidad que camina con paso firme. Hunosa ha desarrollado en el macelo de Gijón la primera instalación industrial de biogás, una tecnología pionera en Asturias que, en sus primeras semanas de funcionamiento, ya arrojaba unos resultados muy positivos. Además, Hunosa trabaja en la puesta en marcha de otro equipamiento similar en una ganadería de Gozón y mantiene contactos con varias empresas interesadas en instalar este tipo de equipamientos.

El proceso permite un ahorro energético para las industrias generando una energía alternativa, en este caso térmica y eléctrica, a partir de los residuos de las industrias. Esta tecnología ofrece, también, solución al problema medioambiental que supone para las industrias agroalimentarias la eliminación de los residuos conllevando, asimismo, una reducción de los costes de gestión de esos residuos y permitiendo utilizar el sobrante como fertilizante natural o compost.

Mención especial merece la reutilización de los estériles de antiguas escombreras mineras como combustible en la central térmica de La Pereda, con unas cien mil toneladas anuales de estéril, lo que ayuda a mejorar sensiblemente los resultados de la empresa. Por esta vía, la térmica ya ha quemado los estériles de la escombrera de Reicastro, los de la escombrera de Villallana y hace varios meses se ha empezado a consumir los de las escombreras del pozo Figaredo. Esta labor nos permite además recuperar paisajísticamente el territorio y liberar suelo para nuevas actividades.

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