La empresa parará el horno 'A' a finales de 2016 para una revisión

ArcelorMittal parará el horno alto 'A' para mantenimiento durante el segundo semestre de 2016. Se trata de una actuación programada para sustituir los 'staves' gastados que refrigeran la instalación y permiten controlar la temperatura que se alcanza en su interior. Aunque la obra se encuadra dentro del paquete de más de cien millones de inversión anunciado en junio para reformar la acería LDIII, su ejecución no trascendió hasta ayer. La idea con la que se trabaja, según explicó la empresa, es realizar el mantenimiento del horno aprovechando que la acería interrumpirá su actividad para instalar la nueva máquina de colada continua vertical. Una actuación ésta que no se llevará a cabo hasta el mes de noviembre, frente al mes de julio previsto inicialmente. De esta forma, la compañía adaptará el calendario de inversiones a ejecutar en los próximos meses, fundamentalmente la de la acería de Avilés, a la parada del horno alto 'A' que en los últimos meses ha venido trabajando casi a plena capacidad y cuyo mantenimiento ya estaba previsto. El año que viene la compañía también realizará el mantenimiento de uno de los dos hornos de Gante.

La última parada por mantenimiento del horno alto 'A' se produjo en diciembre de 2014. En aquella ocasión su actividad se interrumpió durante tres semanas. Participaron un total de 16 empresas auxiliares, con entre 250 y 300 trabajadores, a los que se sumaron las 70 personas de la plantilla de ArcelorMittal que se vincularon al proyecto.

El horno, en forma de cilindro, está cubierto en su interior por unos bloques de material refractario, en cuyo interior se alojan unos tubos por los que circula agua y sirven para compensar las elevadas temperaturas que se alcanzan durante el proceso productivo y que llegan a los 1.600 grados. Pero dichos bloques se gastan y han de ser cambiados cada cierto tiempo para que continúen regulando el calor de las paredes del horno.

El alambrón, a cinco turnos

La compañía también anunció ayer la ampliación con un turno más de la línea de alambrón, con lo que a partir de ahora la instalación trabajará a cinco turnos para atender la demanda. Una decisión que contrasta con el ERE anunciado el viernes por el descenso del precio del acero que está provocando China. El expediente se aplicará durante cinco viernes a 1.800 trabajadores de turno fijo y al personal de auxiliares.