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ENRIQUE ARENAS
Domingo, 22 de febrero 2015, 01:08
El día 13 de noviembre del pasado año parte de la techumbre de la acería LDIII de ArcelorMittal en Avilés, una de las instalaciones más importantes de las plantas asturianas, se vino abajo. No hubo desgracias personales, pero la empresa tuvo que parar su producción durante tres días y ello acabó afectando a los resultados económicos de ese ejercicio. El accidente se produjo en unas instalaciones que acababan de cumplir 25 años y que están a pleno rendimiento las 24 horas del día durante los 365 días del año. No fue el único incidente de este tipo que se produjo durante los últimos meses. Los hornos altos, el parque de minerales o las cintas de abastecimiento de materiales también los sufrieron. Los sindicatos lo ponen como ejemplo para evidenciar que las inversiones en Asturias son ahora «más urgentes que nunca».
Un equipo de entre seis y ocho personas realiza desde hace varias semanas trabajos para afrontar la reforma de la acería de Avilés, pero la multinacional tiene pendiente todavía la aprobación definitiva del proyecto.
El de la acería LDIII de Tabaza es uno de los proyectos más importantes y urgentes de este programa a cuatro años que estudia el gigante del acero para las plantas asturianas. A él se suman también la construcción de unas nuevas baterías de cok en Gijón, con un presupuesto de casi 150 millones de euros; una inversión en las baterías de cok de Avilés, por importe de 90 millones de euros; la reforma del tren de carril de Gijón para adecuar la instalación a la fabricación de un carril de 108 metros frente a los 90 de la actualidad, con un presupuesto de 24 millones de euros, y la remodelación del tren de alambrón de Gijón.
Inversiones urgentes
La caída de un aireador que se llevó por delante parte de la techumbre de la acería LDIII de Avilés produjo una situación de grave peligro en la planta. «No hubo víctimas de milagro -dijo el secretario general de CC OO en Arcelor Asturias y secretario general de la sección sindical intercentros, José Manuel Castro- porque el accidente tuvo lugar a la hora de la comida y no había ningún trabajador allí, lo que evitó una desgracia».
La modernización de esta acería conllevará una inversión de alrededor de 100 millones de euros y es uno de los principales deberes pendientes que Arcelor tiene en Asturias. Además de las reparaciones y modernización de las instalaciones, el proyecto prevé también dotar a la vieja acería de dos nuevas líneas de colada continua, lo que le permitirá ejecutar nuevos productos y atender mercados emergentes. Se prevé que una de esas nuevas líneas sea un equipo de colada continua vertical, que permitirá producir slabs (piezas de acero) de grandes dimensiones, con un ancho de entre 2,30 y 2,60 metros. Actualmente la acería LD III no dispone de ese ancho, por lo que la ejecución de este proyecto podría abrir la puerta, incluso, a futuras inversiones en las instalaciones acabadoras de las plantas asturianas.
También para Avilés hay prevista otra inversión importante en el plan de Mittal. Se trata de una actuación en las baterías de cok, que costará 90 millones de euros. Además es necesaria la inversión de cuatro millones de euros para el mantenimiento de las instalaciones por el mal estado de las mismas.
La construcción de unas nuevas baterías de cok en Gijón es, con 147 millones de euros de presupuesto, la actuación más importante que ArcelorMittal podría abordar en Asturias. El proyecto, que quedó en el dique seco en mayo de 2012, vuelve a ser recuperado ahora. La multinacional anunció en aquel momento la paralización de la obra, a la espera de que se despejara el panorama del mercado europeo del acero, y poco después procedió a clausurar las viejas baterías de Gijón por su mal estado. Desde entonces los hornos altos se surten del cok producido en Avilés.
La inversión más importante desde las ejecutadas por el Plan Arco fue anunciada en 2011 por el gigante del acero. Estaba muy avanzada cuando se decidió su paralización y Arcelor había procedido ya a su adjudicación a la empresa polaca Koksoprojekt BP, que preveía la construcción de unas baterías con capacidad para producir 700.000 toneladas de cok al año. Las nuevas baterías tenían un diseño elaborado por la tecnología de una ingeniería polaca. Preveían ocupar una línea ubicada frente a las actuales baterías. Según el proyecto, contarían con dos juegos completos de máquinas, dos deshornadoras, dos carros de carga, dos carros de guía, dos vagones de apagado y un sistema de captura de humos en el deshornado. Las instalaciones preveían también contar con una torre de carbón de 2.400 toneladas, una torre de apagado y equipos auxiliares. Contarían con 76 hornos de 15 metros de longitud cada uno y 5,5 metros de altura. El volumen de cada horno sería de 34 metros cúbicos, con capacidad para 23 toneladas de carbón.
También el plan de Mittal prevé afrontar una importante inversión en el tren de carril de Gijón, por importe de 24 millones de euros. Se trata de adecuar la instalación a la fabricación de un carril de 108 metros, frente a los 90 de la actualidad, que le permita llegar a nuevos mercad. También el plan contempla una actuación en el tren de alambrón de la factoría de Gijón.
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