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14.000 empresas y negocios de Asturias, en riesgo por la falta de relevo generacional en la próxima década

14.000 empresas y negocios de Asturias, en riesgo por la falta de relevo generacional en la próxima década

La jubilación de los nacidos en la explosión demográfica de los 60 aboca al cierre a compañías que incluso logran buenos resultados

JOSÉ L. GONZÁLEZ

GIJÓN.

Domingo, 16 de mayo 2021

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La estructura empresarial asturiana tiene ciertas particularidades, la primera, una enorme presencia de pequeñas empresas. El 96% de las 68.433 que había a cierre del pasado año en Asturias tienen menos de diez trabajadores. Y, en su mayor parte, este tipo de compañías están regentadas por autónomos. La conocida como generación del 'baby boom', los mayores de 55 años, se encuentra ahora al borde de la jubilación y su presencia en el ámbito de los autónomos es muy importante. Según las estadísticas de la Seguridad Social, 14.150 de los 45.658 trabajadores por cuenta propia que regentan un negocio de forma individual (no se incluye a los societarios ni a los colaboradores), estarán jubilados en los próximos diez años.

La aproximación estadística no refleja el conjunto de los empresarios que hay en Asturias, pero sí hace aflorar a una gran mayoría, de los que depende de forma inequívoca una empresa. Negocios muy personales en propiedad de un único individuo, tenga o no empleados, cuya dirección depende enteramente de ellos. Solo el segmento de edad de los autónomos propiamente dichos mayores de 55 años representa una de cada cinco empresas que hay en Asturias.

La sucesión en este tipo de negocios es uno de los problemas históricos que afronta este colectivo. Si en la familia, la línea habitual para que sigan en funcionamiento, las nuevas generaciones rechazan continuar con la actividad, la segunda opción suele ser decantarse por algún trabajador. En caso de que no surjan oportunidades en este círculo cercano, lo que se presenta ante los autónomos que llegan a la jubilación es una dura tarea para traspasar el negocio que, en muchos casos, acaba en un cierre de actividad. «Es un problema bastante habitual. Se aboca al cierre a negocios que funcionan», reconoce Patricia Oreña, presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Asturias.

La vida laboral de este colectivo pasa por montar un negocio de cero, consolidarlo, hacerse con una cartera de clientes, establecer relaciones con los proveedores... Todo un capital que, en el caso de cierre, se tira a la basura. «Es un dolor», explica Ignacio García, director de Apoyo Corporativo de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade).

En los datos que ofrece la Seguridad Social hay una serie de cifras preocupantes. La distribución por edades de los autónomos propiamente dichos, a los que se puede atribuir una empresa de forma individual, marca tendencias negativas desde diferentes puntos de vista. El estrato de mayores de 55 años no ha hecho más que ganar peso desde la crisis de 2008, cuando representaba un 25,6% del total, pasando en estos doce años a ser de un 31%. Otra franja, la de 25 a 39 años, los supuestos relevistas de los empresarios más veteranos, ha sufrido una importante merma, con una pérdida de ocho puntos porcentuales y una representatividad en 2020 del 21%. «No se trata solo del relevo, sino también de la inversión y la actitud del empresario. No es lo mismo cuando te quedan 20 años para jubilarte que cuando es inminente», señala Ignacio García, quien incide no obstante en la «incapacidad de sustitución» que hay en Asturias de los autónomos que se van retirando.

La reducción en el número de autónomos tiene también su reflejo en el de empresas. Asturias ha perdido 4.691 en los últimos doce años, según los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística. Las caídas, tanto en la cifra de trabajadores por cuenta propia como en el de compañías, no sigue fielmente los ciclos económicos. La crisis de 2008 supuso un auténtico varapalo para todos, pero la recuperación y salida de la Gran Recesión que se apuntaba en 2018 no tiene reflejo en los datos, que siguen hasta 2020 una tendencia ligeramente negativa.

Ayuda de Fade

Desde la Fade han tratado de poner freno a la problemática que se da cuando un pequeño empresario se jubiIgnacio García, director de Apoyo Corporativo de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade).la y no encuentra quién le suceda. En el año 2015, el Ministerio de Industria puso en marcha un programa para facilitar el encuentro entre vendedores y compradores de negocios, que gestiona la organización empresarial en Asturias desde 2016. «Nuestro papel es moderar, intermediar y prescribir servicios profesionales para poder avanzar en el proceso con garantías», explica Nuria Canel, responsable del Servicio de Apoyo a la Transmisión de Empresas de Fade.

El servicio cuenta con una base de datos en la que se inscriben vendedores y compradores. «Esto tiene un potencial enorme. Nosotros nos adherimos porque entendimos que era un mercado importante que estaba desatendido», señala Canel. Hasta ahora, han conseguido cerrar ocho operaciones con éxito, aunque esperan que el servicio se dé más a conocer y puedan llegar más casos de relevo exitoso.

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