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COLPISA
Miércoles, 22 de julio 2015, 00:18
Un casco de piloto sobre el ataúd. La élite de la F-1, entre ella Lewis Hamilton y Alain Prost, dijo adiós ayer en Niza a Jules Bianchi, el joven francés que murió el pasado viernes tras pasar nueve meses en coma después de su accidente en el Gran Premio de Japón. Bianchi, gran esperanza de la F-1, hubiera cumplido 26 años el 3 de agosto, y habría sido parte del prestigioso equipo italiano, Ferrari. Pero este gran futuro se vio truncado por el accidente en octubre de 2014 en el circuito de Suzuka.
Su funeral tuvo lugar en Niza, su ciudad natal, donde falleció. Con la presencia de numerosos pilotos de todas las edades, incluyendo a la casi totalidad de sus compañeros en las dos temporadas que compitió en la Fórmula-1 en la escudería Marussia.
Al finalizar la ceremonia, el féretro salía de la catedral Sainte-Réparate acompañado por el alemán Sebastian Vettel (de quien podría haber sido compañero en Ferrari), como por otros pilotos como Romain Grosjean, Maldonado o Felipe Massa. Dos grandes retratos del joven piloto francés adornaban la fachada de la catedral.
Todos los pilotos desfilaron ante el ataúd sobre el que se encontraba el casco de Bianchi. Las leyendas galas Alain Prost u Olivier Panis, las estrellas de Mercedes, Hamilton y el alemán Nico Rosberg, y jóvenes corredores que sueñan con llegar a la Fórmula-1 como hizo Jules (Bianchi), como Adrien Tambay y Norman Nato.
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