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J. C. C.
Domingo, 21 de diciembre 2014, 01:22
Ferrari ha afrontado una renovación sustancial en los últimos tiempos. Lo ha hecho de forma inmediata ante la cadena de acontecimientos que han sucedido, empezando por la salida de Alonso que desencadenó todo. Se marchó el ovetense y también Pedro de la Rosa, el barcelonés que llevaba dos años como piloto probador de la escudería italiana. No han sido los únicos. Durante el último año han salido Montezemolo, Domenicali, Alonso, Mattiacci, Pat Fry, Marmorini, Tombazis, Hamashima y Stella.
Primero fue Domenicali, el jefe del equipo al que sustituyó Mattiacci en la primavera. Después se fue Luca de Montezemolo, el presidente que parecía eterno en su cargo dirigente. Más tarde salió Fernando Alonso y dejó su lugar a Sebastian Vettel. Y en la última tacada, se han marchado los diseñadores y técnicos.
Ha llegado Maurizio Arrivabene y ha sacado la escoba. Revolución roja. Ha despedido a Pat Fry, el encargado de la parcela técnica que llegó de McLaren. También ha licenciado a Nicholas Tombazis, el responsable de aerodinámica de Ferrari, y a Hirohide Hamashima, el jefe de los neumáticos. En última instancia se marcha Andrea Stella, el ingeniero de pista de Alonso que lo sigue en su aventura con Ferrari. Han aterrizado el mexicano Esteban Gutiérrez, que llega con el aval financiero del hombre más rico del mundo -Carlos Slim-,, y el francés Jean Eric Vergne, ambos como probadores.
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