Mayweather gana con polémica

Los que esperaban un combate más ardoroso y emocionante entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao salieron frustrados del hotel MGM Grand de Las Vegas, después de que el estadounidense ofreciese una lección de boxeo para neutralizar a su aguerrido rival. Mayweather venció a Pacquiao por decisión unánime de los tres jueces para convertir el llamado 'combate del siglo' en una pelea común y corriente, carente de pasajes memorables, llena de agarrones y con muy pocos golpes efectivos.

No obstante, el norteamericano le otorgó crédito al filipino, lo que también es una forma inteligente de magnificar su victoria. «Él (Pacquiao) es un boxeador endemoniado. Me quito el sombrero. Ahora veo por qué es uno de los hombres que está en el pináculo de este deporte», comentó Mayweather.

El estadounidense, de 38 años, se impuso en las tres tarjetas de los jueces por 118-110, 116-112 y 116-112, y mantuvo su condición de invicto, ahora con un palmarés de 48 victorias (26 por KO), mientras que el filipino se queda con 57 triunfos (38 por KO), seis derrotas y dos nulos. Ambos protagonizaron la pelea con la bolsa más grande de todos los tiempos, con Mayweather llevándose el 60% de los 300 millones de dólares (unos 270 millones de euros) a repartir y Pacquiao el resto. Mayweather suma a sus cinturones de campeón del peso welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial (AMB), el de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) que poseía Pacquiao.

En un recinto abarrotado por 16.800 personas, algunas de las cuales pagaron por entradas en la reventa hasta 100.000 dólares (cerca de 90.000 euros), el espectáculo estuvo lleno de glamour por la gran cantidad de celebridades que estuvieron en primera fila, desde Robert de Niro hasta Michael Jordan. Después de un primer minuto de tanteo en el 'round' inicial, ambos se animaron y comenzaron a boxear. O más bien Mayweather se dio al oficio de torear por todo el ring al filipino, quien llevó la iniciativa en los primeros cinco asaltos, aunque sin mucha efectividad. El estadounidense, en su estilo elusivo y contragolpeador, sacaba mejor provecho de sus escasos golpes, pues conectaba más de los que fallaba.

Uno esquiva, otro ataca

Al ecuador del combate ambos ya habían medido la potencia de sus respectivas pegadas y se mostraron algo más respetuosos, cada uno apegado a su plan: Mayweather, esquivar y contragolpear; Pacquiao, atacar, atacar y atacar. En el séptimo asalto ya se podía ver la eficiencia de cada uno, cuando Mayweather había conectado 44 de sus 88 golpes, por 53 de 152 Pacquiao. Era evidente que a Manny no le resultaba fácil llegar a Floyd, quien rehuía todo el tiempo el intercambio.

Aunque parecía que Pacquiao llevaba la iniciativa, no era así. Mayweather era una sombra, y llevaba el ritmo de la pelea pese a las acometidas del filipino, coreadas a todo pulmón por el público. La gente pedía más acción de una pelea que les había costado un ojo de la cara, y muchos se sentían defraudados ante la negativa de Mayweather de plantar cara. Pero así se había ganado el 'Money' los casi 300 millones de dólares en que se calcula su fortuna, que se verá engrosada por los 120 que recibirá ahora por 36 minutos de trabajo.

Del séptimo asalto en adelante, el norteamericano fue quien tomó la iniciativa y neutralizó a Pacquiao, que para el undécimo ya respiraba por la boca, y había borrado de su rostro la sonrisa alegre. Pacquiao tenía que salir a darlo todo en el asalto final. Buscar un golpe de fortuna que revirtiera lo inevitable, pero Maywether no se lo iba a regalar y se dedicó a bailar los tres minutos del último 'round'.

No fue la victoria más lucida del 'Money', ni la más vistosa, pero sí la más inteligente y trabajada, demostrando que el boxeo sigue siendo el arte de dar y que no te den. Tras su triunfo avanzó que le espera en septiembre su última pelea, antes de retirarse.