Borrar
Ale Moreno muestra la documentación que utilizará en la denuncia al club avilesino.
Moreno y el Belenos se citan en el Juzgado

Moreno y el Belenos se citan en el Juzgado

El técnico argentino reclamará daños y perjuicios por el despido, además de denunciar amenazas del presidente

ALBERTO HUERGA

Jueves, 23 de octubre 2014, 00:15

«Alejandro Moreno podrá conseguir ingresos extras siendo 'comercial' del club, este le hace entrega de 50 pegatinas que podrá vender al precio que quiera, siendo el 50% de lo obtenido para el club y el otro 50% para Alejandro Moreno».

No dice dónde se tienen que vender las pegatinas. Ni el precio. Es un suplemento para el sueldo de un entrenador que ha sido internacional tanto con Argentina como con Italia, que tiene el título IRB4, la más alta titulación que da la posibilidad de entrenar en categorías nacionales de todo el mundo, y el pasado martes fue cesado cuando se disponía a ir a entrenar.

Es lo que reza una de las cláusulas del nuevo contrato ofrecido por el Belenos al técnico argentino. El último contrato ofrecido, porque el entrenador y el presidente firmaron uno el pasado 15 de junio que es en el que se ampara el entrenador para reclamar lo que el Belenos le debe, lo que «no ha cumplido. Sólo estoy pidiendo eso. Me encuentro a 16.000 kilómetros de mi casa y he hecho todo lo que me han pedido, en cambio el club...».

Ale Moreno se ha cansado de amenazas. «Me decía que me compraba dos billetes y me mandaba para Argentina o que me mandaba a vivir con los gitanos si no firmaba el nuevo contrato», explica el argentino a la vez que atiende el teléfono: «¡Hola mamá!». Es su mujer que se encuentra en el Hospital. Está embarazada de seis meses y una crisis ha provocado que se encuentre ingresada. «Se levantó con la presión muy baja, la 'panza' muy dura y dolor de cabeza», explica el entrenador con resignación. Es una mole de más de 185 centímetros y 100 kilos que se lamenta de la situación.

«Yo firmé un contrato en el que dice que tendré una casa que pagará el club y yo estoy pagando 100 euros al mes de mi sueldo», señala el entrenador, además de que voy a ser coordinador de monitores, pero «en el club soy yo el que entrena a los niños de 4 años y al primer equipo. Todos los entrenó yo. He hecho 17 colegios para llevar el rugby, he hecho tres campus... Todo lo que se me ha pedido, pero ellos están incumpliendo el contrato».

El Belenos mantiene que «no tengo contrato», pero en los correos electrónicos entre el presidente y el técnico esa palabra sale multitud de ocasiones y ambos firmaron el papel mandado por la entidad avilesina en la que pone las cláusulas y los objetivos. Luego, Felipe Blanco intentó que firmase «un contrato nuevo, en el que los tres años que me dieron se quedaban en uno» y el último es el de las «pegatinas», sonríe, aunque lo hace sin ganas. Su teléfono no deja de recibir mensajes de ánimo y llamadas.

«Hay mucha gente que nos está apoyando», señala el técnico argentino: «A ellos les tenemos que agradecer todo lo que están haciendo por nosotros». Desamparado. Lejos de su hogar. Con su pareja embarazada de seis meses. Y con la sensación de que «he hecho mi trabajo».

Todo han sido incumplimientos, según el técnico. «Tengo un contrato, en el despido me ponen que prescinden de mis labores profesionales, por lo tanto lo reconocen», señala, al tiempo que también apunta que «si soy profesional tendré que estar asegurado por el club, pero no, me han hecho autónomo y paga el club la cuota. Es una locura».

Perplejo. No quiere hablar mal del Belenos. Ni pretende decir todo lo que sabe. Es paciente, pero «cuando me enojo...». Ayer entregó el coche que le cedió el club. Un BMW «con el suelo roto, el asiento... y mira el techo», dice mientras enseña las fotografías. Así todo, no se hubiera negado a firmar un nuevo contrato, pero sin que fuese una decisión unilateral y que sobre todo «no se me amenazase. Yo no pedí la dimisión de la junta directiva, como dicen, eso es cosa de un grupo de socios, yo lo único que pedí fue un interlocutor que no fuese el presidente», asegura. «Hasta han utilizado mi nombre para una escuela, sin pedirme permiso y me enteré por el facebook».

El Belenos, por su parte, emitía ayer un comunicado oficial con cifras sobre las reclamaciones del entreador. Aseguran que «todo lo que está pagando él está firmado y con su consentimiento». Es lo que alega el club, que habla de 807 euros de unos billetes a Argentina, de la deslealtad de presentarse a negociar con un abogado y de muchas otras cosas que parece que se tendrán que dirimir en el Juzgado.

Lo que parecía un grupo de amigos bien avenido está a punto de saltar por los aires. El problema con el técnico argentino puede que sólo sea la punta de iceberg. Pero va a ser una lucha en el barro. «Voy a reclamar todo. Daños, perjuicios, amenazas y hasta el ingreso de mi mujer», señala Moreno, para el que el «rugby es un deporte de códigos. Es lo más importante. Y el Belenos no los tiene».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Moreno y el Belenos se citan en el Juzgado