'El Hormiguero' se le revuelve a Sánchez: «Pedro, el CIS te da como que te das una leche»

Han inventado un sofisticado robot que enfoca el rostro y te descubre las emociones ocultas, en qué grado estás sintiendo desprecio, asco miedo, felicidad, tristeza... Les sonará de algo a los que hayan visto la serie británica 'London spy' y lo probaron el otro día en el debate electoral. La cuenta de Twitter 'Emoticrítico Político' analizó al minuto los sentimientos de los candidatos y así supimos sin que ellos nos lo dijeran que cuando se hablaba de una intervención militar en Siria Pablo Iglesias dejaba traslucir a través del gesto enfado (lo miden en porcentajes y en este caso le adjudicaron un 2,18%) y desprecio (3,72%), que cuando se abordó la lacra de la violencia doméstica Rivera ponía cara de asco (12,33%) y Soraya Sáenz de Santamaría de enfado (3,66%) y que con la corrupción a Pedro Sánchez se le acentuó la tristeza (8,11%). Luego está el método tradicional, mirar al de enfrente a la cara y confiar en que si sonríe estará feliz y si asiente estará de acuerdo.

El martes casi tres millones de espectadores vieron a Pedro Sánchez en 'El Hormiguero', el programa por el que han pasado todos menos Rajoy (fue Soraya Saénz de Santamaría y se marcó un mediático y ensayado baile). El candidato del PSOE a la presidencia no perdió la sonrisa en la hora larga que estuvo en el plató con Pablo Motos y las hormigas. Gesto aparentemente relajado, bromas y aplausos. Contado así cualquiera concluirá que lo pasó bien, que lo pasó estupendamente incluso. Para ver si de verdad estaba tan feliz como parecía habría que haber visto en marcha el robot ese. Y seguro que le habría pillado en más de un renuncio.

Desde el mundo de las sensaciones, las encuestas y las corazonadas (hasta el 20 de diciembre no podemos dar nada por seguro) público y crítica han coincidido en que Sánchez fue el perdedor del debate del lunes y que Iglesias fue el que mejor rentabilizó la velada. Las cifras de 'El Hormiguero' también le dan vencedor al líder morado, que en su visita a Pablo Motos reunió a 3,8 millones de espectadores (21,7% de 'share') frente a los tres millones raspados (17,1% de cuota de pantalla) que anotó el líder de Ciudadanos y los 2,8 millones con que se tuvo que conformar anoche Sánchez (15,6%). Hay un hecho: a Pedro Sánchez le vio menos gente. Y una sensación: a él se lo pusieron más difícil que a Iglesias y a Rivera, que acabaron tocando la guitarra el primero y disputando una carrerita de karts el segundo.

El líder socialista entró fuerte: «Me gusta vivir acosado, con la presión uno se crece». Y a ratos Pablo Motos le arrinconó. Como cuando Sánchez insistía en que nadie veía a Pablo Iglesias como presidente: «Bueno, esa es tu opinión, habrá gente que sí le ve (...) ¿Tú le dices a la cara: 'sabes que no vas a ganar las elecciones'». «Se lo dije en el debate». «Sí, ya... pero fuera». Y enseguida le recordó Motos que las encuestas no le son del todo favorables: «Rajoy os está ganando sin hacer nada (...) El CIS te da como que te das una leche. Le dan ganador a Rajoy y a ti perdedor», aunque le dio una idea: «Te deberías ligar a Angela Merkel».

El conductor de 'El Hormiguero' también le preguntó si en su partido le quieren (sic) y ahondó: «¿Dirías que a Susana Díaz le caes bien?». Momento en el que Sánchez le pidió que le dejara terminar de hablar. A propósito del discurso de los socialistas de que ellos son la única alternativa al PP, las hormigas entraron en la entrevista: «Te lo va a explicar otra vez Pablo, por quinta vez...» (risas, muchas risas). Y a ello iba Sánchez, por cierto. «¿Otra vez?». «Eres tú quien lleva la entrevista», le 'reprochó' entonces el candidato del PSOE al presentador. «¡Qué tío, me acaba de echar la culpa!». El toma y daca entre ambos se alargó, siempre entre risas, hay que decirlo. «¿Nos estáis vendiendo cosas que no vais a poder cumplir?», «No es la pregunta que te he hecho, Pedro», «Si estás tú será todo maravilloso...» (risas, risas).

Trancas y Barrancas se mofaron (ellas lo pueden hacer con cualquiera) del estilismo del invitado, que anoche eligió un look más informal de chaqueta clara, camisa blanca y sin corbata. «Tampoco es que Pedro Sánchez sea el fiestas del colorido. 'Vaya, hoy me arriesgo, me pongo una blanca...' jajaja». Luego le preguntaron cuando fue la última vez que se cogió «un buen pedo», mientras rotulaban: 'Pedro Sánchez, le gustan más los debates que a un tronista'. Y en la parte más relajada, la de los experimentos, Pablo Motos soltó el último dardo, esta vez para todos: «Esto es un momento histórico. Estamos viendo a un político pensar».