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ELCOMERCIO.es
Sábado, 24 de octubre 2015, 00:36
La buena acogida por parte de la audiencia de la decimosexta edición de 'Gran Hermano' ha consolidado el éxito del formato en España, que se ha convertido en una auténtica máquina de hacer dinero. Se trata de uno de los programas más rentables que existen actualmente en la televisión. Los costes de producción son mínimos en comparación con los de otros contenidos de la cadena. Al margen de los tentadores 300.000 euros que ingresa el ganador del programa, entrar en la casa reporta muchos más beneficios a los concursantes. El caché de los concursantes oscila entre los 800 y los 1.000 euros por semana, una cantidad nada desdeñable si se tiene en cuenta que se pasan la mayor parte del tiempo en el sofá o criticando a sus compañeros de encierro.
Una vez salen de la casa, cada uno tiene un caché diferente en función del juego que han dado en el programa. Pero no es nada descabellado que un exconcursante cobre 600 euros por sentarse una sola noche en 'Sálvame Deluxe'. En paralelo a su vida televisiva están los 'bolos' en discotecas, que utilizan su presencia como reclamo del público que sigue 'Gran Hermano'. Así, el caché de un ex concursante está entre los 400 y los 1000 euros por estar unas dos horas en una discoteca y, por supuesto, tienen incluída la barra libre. En concreto, el año pasado, Lucía y Omar ganaban entre 900 y 1100 euros por cada uno de estos actos promocionales y Paula, la ganadora de la última edición del concurso, no bajaba de los 1300 euros por 'bolo'.
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