«Estoy feliz de volver a trabajar»

Después de una etapa difícil de la que no le gusta hablar, las cosas empiezan a marchar bien para Raquel Sánchez Silva (Plasencia, Cáceres, 1973). El jueves pasado lució embarazo del que será su primer hijo en el estreno de Supervivientes (Telecinco). Este año no estará en Honduras como de costumbre, la sustituye Lara Álvarez, pero conducirá el debate de los domingos (22.00 horas). «Supervivientes es tan importante para mí que no hubiera soportado que alguien que no lo apreciara disfrutara de ese caramelo televisivo».

- ¿Echa de menos estar en Honduras?

- Mucho. Durante la gala sentí una sensación muy extraña, una mezcla de alegría por todo lo que estaba ocurriendo y la nostalgia que no podía evitar. Voy a echar mucho de menos las conexiones con Jorge, han sido mis momentos más divertidos y especiales en televisión.

- ¿Cómo ve a Lara Álvarez?

- Supervivientes es tan importante para mí que no hubiera soportado que alguien que no lo apreciara disfrutara de ese caramelo televisivo. Lara ha llegado a la isla con esas ganas y ese compromiso. Para mí eso es lo fundamental. Anoche cuando la veía colgada del helicóptero solo sentía ganas de abrazarla.

-¿Tiene superviviente favorito?

-Mi superviviente favorito siempre es aquel que se esfuerza al máximo por superar una situación extrema. Piensa, investiga, construye, pesca, participa, colabora, ayuda y ¡disfruta!

- ¿Nos sorprenderá Chabelita?

- Siempre he dicho en todas mis participaciones en realities de famosos que, para mí, son personas nuevas desde que pisan la playa. No me interesa su pasado sino su futuro allí. Ella, como cualquier concursante, no solo puede sorprender sino que tiene derecho a sorprendernos. Desde luego, todos se esforzaron en la primera gala e Isa Pantoja también y me alegro mucho por ello.

- ¿Será muy dura en el debate?

- No se trata de meter caña porque sí. Un abandono como el de Rasel nunca es plato de gusto para el concursante, pero sí creo que tiene que explicar bien sus razones. Creo que haber estado allí sin vivir ni un minuto la experiencia merece como mínimo que nos haga entender esos límites y que analice realmente si no podía haber dado un poco más por él y por sus compañeros.

- En la isla lo pasaría mal con...

- Con el hambre. Soy comilona y creo que no soportaría físicamente ese desgaste. Los he visto sufrir en dos ediciones muy cerca de mí. No me gustaría pasar por ello. Es muy extremo.

- ¿Qué se llevaría?

- Instrumentos para hacer fuego, un machete para poder construir, cazar, abrir cocos, manipular alimentos, etc. ¡Y compañía!

- Ahora que llega el día de San Jordi, ¿Qué libro está leyendo?

- Estoy leyendo Un jardín al Norte de mi amigo Boris Izaguirre.

- ¿Y no le pica el gusanillo de escribir algo nuevo?

- Estoy trabajando en un libro que me tiene enamorada. Es un proyecto de hace años que, por fin, se hará realidad. Lo publicaré este año y creo que va a ser una gran sorpresa.

- El momento en el que Jorge Javier tocó su barriga durante la gala fue muy comentado.

- Fue un gesto de cariño hacia Jorge, que siempre ha sido generoso y bueno conmigo. Fue una forma de decirles a todos que somos mucho más que dos presentadores que se caen bien y a los que les gusta trabajar juntos. Somos amigos más allá de Honduras y de Supervivientes. Ese fue un gesto para siempre, más allá de los programas de televisión.

- ¿Se lo presentó a su futuro hijo como tito Jorge Javier?

- Es titular de ese cariño. Darle nombre y decirle a Jorge que él es muy especial para mí.

- ¿Cómo define el momento por el que está pasando actualmente?

- Profesionalmente, estoy muy contenta por poder trabajar de nuevo en Supervivientes y encarar un nuevo reto como El Debate. Será una nueva aventura profesional, esta vez, sin maleta.