Electroespectacular concierto de los Pet Shop Boys en Gijón

Más de cinco mil afortunados vibraron anoche en el concierto ofrecido por los Pet Shop Boys en el patio de la Laboral de Gijón y disfrutaron de la espectacular puesta en escena de su Electric Tour. El dúo británico desgranó a lo largo de su actuación buena parte de sus temas de siempre, junto a otros contenidos en el último álbum que da nombre a su gira internacional. Por el medio, estrambóticos cambios de vestuario en los dos músicos y sorprendentes coreografías de las bailarinas que acompañaron a Neil Tennant y Chris Lowe en un escenario diseñado por Es Devlin, en el que lo virtual y lo real juegan a mezclarse.

Los británicos hicieron su aparición desde una especie de columna de luz que fue transformándose en un túnel de imágenes en movimiento, mientras sonaba 'Axis', el tema con el que se abre el disco Electric producido por Stuart Price. Ataviados con unas desopilantes casacas en las que las mangas y parte de la pechera la constituían una coraza de púas o de plumas punzantes, los mitos del pop electrónico fueron recreando temas como 'Memory of the future' u 'Oportunities', mientras en la pantalla veneciana diseñada por Es Devlin iban entrando o saliendo imágenes de un mundo onírico y futurista. Fue entonces cuando saludaron al público, mitad en español y mitad en inglés. «Buenas noches Gijón. Somos los Pet Shop Boys y esta es nuestra primera actuación aquí. Gracias», dijeron.

Tras una potente descarga de luz roja aparecieron en escena dos bailarinas con la cabeza cubierta por una monstruosa máscara de Minotauro o calavera de res indefinida. En medio de su danza frenética, un cambio de ritmo en los focos hizo visibles a Tennant y Lowe con máscaras similares. De esta guisa fueron dando paso a temas como 'Suburbia' o 'West End Girls'.

Nuevo cambio de vestuario y los Chicos de la Tienda de Mascotas, despojados de sus cornamentas diabólicas, se detuvieron en un remanso de canciones más mundanas como 'I'm Not Scared' y otras más tranquilas. Sobre el escenario también se les pudo ver con sombreros con forma de bola de espejos de las discotecas clásicas y que en el caso del teclista Lowe, prácticamente le cubría toda la cabeza. Desgranaron 'Thursday', tema de su último álbum, mientras tras ellos reaparecían las bailarinas danzando en unas gogoteras-armario con la cabeza enfundada en unas bolas de color naranja. Especialmente curiosa fue la interpretación de 'Love ETC', con Neil Tennant y Chris Lowe asomando la cabeza sobre los almohadones de unas falsas camas verticales al tiempo que se proyectaban sobre la pantalla de las sábanas blancas imágenes de sus aparentes cuerpos en diferentes posiciones gimnásticas.

Su clásico 'It's a Sin' fue, claro, un clamor. Tampoco le andó a la zaga 'Domino Dancing', con todo el público bailando, ni otro de sus clásicos más celebrados, la particular versión que los Pet Shop Boys aportan del 'Always on my mind' de Elvis Presley. El final para la canción que cierra su álbum Electric: 'Vocal'.

En total una hora y media de alucinantes efectos visuales y lo mejor de la música de Pet Shop Boys para un público entregado al dúo desde los primeros momentos. La ocasión lo merecía y cumplió ampliamente con las expectativas de los cinco mil asistentes al concierto.

Entre los datos técnicos de la producción artística diseñada y dirigida por el autor de la gala de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres y habitual colaborador de estrellas del pop internacional como Lady Gaga: alrededor de 165.000 vatios de luz y 60.000 de sonido; 170 elementos de iluminación robótica de última generación y 5 proyectores de video de Super Alta Definición de 30.000 lumens. Todo un poderoso arsenal de tecnología para arropar un puñado de temas memorables de los Pet Shop Boys.