Siempre en contra de la corriente

Sus declaraciones solían tener en la opinión pública el mismo efecto que un elefante de paseo por la cacharrería de lo convencional. Él lo sabía y le encantaba. No se explica si no que aprovechase cada entrevista, cada aparición en público, cada conferencia, para soltar alguna de las muchas 'perlas' con las que se ganó tanto innumerables detractores como seguidores. No había tema sobre el que Gustavo Bueno no tuviera algo que decir. La forma dura, directa, sin anestesia, con que habitualmente lo hacía no dejaba a nadie indiferente. Desde la filología hasta la telebasura, pasando por los conflictos bélicos, el terrorismo, la religión y, por supuesto, la política, el astur-riojano deja infinidad de impactantes frases para la historia.

Llingua

«El asturiano suena a paleto porque está castellanizado»

A la hora de buscarse detractores, Bueno no se olvidaba de 'los de casa', a quienes recordaba, de vez en cuando, que «el asturiano no existe». El pensador siempre manifestó su rechazo a oficializar la llingua. Llegó incluso a advertir de que si la nación pierde su idioma común «se descompone».

Pena de muerte

«A quien mata a 200 niños hay que darle la pena de muerte sobre la marcha»

Gustavo Bueno defendió en numerosas ocasiones la pena de muerte. En septiembre de 2004, apenas unos días después de la masacre de la escuela de Beslan, en Osetia del Norte (Rusia), que dejó más de 370 muertos, la mitad de ellos niños, el filósofo insistió en la importancia de establecer la pena capital. «El Gobierno de Putin hizo lo que tenía que hacer. Sobre todo en lo relativo a entrar, arrasarlo todo y no dejar un terrorista vivo», aseveró durante una entrevista con EL COMERCIO. En otra ocasión también animó a «eliminar a los terroristas de ETA como las alimañas que son».

Independentismo

«Los nacionalismos restan fuerza a la democracia»

En su libro 'Panfleto contra la democracia realmente existente', el filósofo hizo saltar en añicos los fundamentos por los que se rigen los sistemas políticos de las naciones más desarrolladas. Gran parte de la obra se centra en criticar duramente a los nacionalismos, «un peligro real para España», lo que le granjeó no pocos enemigos dentro del mundo del independentismo. El pensador llegó a manifestar, durante una conferencia que impartió en mayo de 2005 en el Ateneo Jovellanos, que «si la república tiene que ser federal, me paso a la monarquía».

Crisis económica

«La dación en pago trastorna el fundamento de nuestra sociedad no comunista»

En plena crisis económica, Bueno llegó a reconocer que «las protestas antidesahucios están justificadas en algunos casos» para después arremeter contra la dación en pago, que calificó de «salto mortal. Supone trastocar completamente toda la ley hipotecaria», aseveró. También tuvo palabras para los afectados por las preferentes: «¡Haber leído la letra pequeña!».

Religión

«Los exorcismos se explican por que hay mucha incultura»

El pensador astur-riojano siempre se autodenominó como «ateo católico», en referencia a su relación social y cultural con el Catolicismo. Algo que no le impidió dejar clara más de una vez su postura respecto a la existencia de una divinidad. «No existe la idea de Dios», repitió en numerosas ocasiones. En mayo de 2013, tras un incremento de los casos de posesión diabólica en Asturias, volvió a la carga señalando que éstos no tenían «ninguna base» y apuntando, con sorna, que «también hay personas que sostienen haber mantenido relaciones con extraterrestres».

Cataluña

«Lo de la independencia no tiene ninguna justificación»

Como enemigo acérrimo de los nacionalismos, el filósofo se interesó especialmente por el proceso separatista catalán, que tildó de «idea romántica y literaria y tergiversación histórica». En diciembre de 2013 llegó incluso a pedir al Gobierno que interviniese destituyendo a Artur Mas «y sus socios» y quitándoles toda ayuda económica.

Terrorismo yihadista

«No creo que todos los musulmanes sean terroristas, pero muchos sí»

«El califato de Bagdad ha declarado la guerra a Obama. Es la misma guerra de antes». Así de rotundo se mostraba hace dos años Bueno, reconociendo que no todos los seguidores del Islam son terroristas, «pero sí los suficientes para mantener una tensión en Francia, Inglaterra y no digamos España». Para comprobar la magnitud del problema, incluso invitaba a dar un paseo por Andalucía. Algo que no fue bien recibido por los andaluces, entre quienes el pensador ya se había ganado enemigos años antes por unas declaraciones similares.

Política

«La inteligencia de Zapatero es la del tahúr, la del trilero»

De todos es conocida la animadversión que el filósofo sentía por quien fue presidente del Gobierno por el PSOE entre 2004 y 2011. «El pensamiento político de Zapatero es puro simplismo, filosofía barata que no tiene en cuenta las dificultades ni las objeciones», aseveró en octubre de 2006. En ese mismo año llegó a publicar «por puro patriotismo» el libro 'Zapatero y el pensamiento de Alicia', en el que comparaba al político con el personaje literario en su viaje por el País de las Maravillas. Fue una de sus obras más criticadas, sobre todo desde las filas del PSOE. En 2007, los populares llegaron a acusar al Ayuntamiento de Gijón, entonces bajo mandato socialista, de retirar por culpa del libro las ayudas con las que la Fundación Gustavo Bueno organizaba sus encuentros filosóficos, que en la actualidad se celebran en Oviedo.

Historia de España

«La II República fue, en realidad, un golpe de estado»

Gustavo Bueno no guardaba un buen recuerdo de la II República española, que él mismo vivió. «No fue nada, no duró ni dos años. Tuvo revueltas de los falangistas e incluso los comunistas de Asturias intentaron derribarla», aseveró en julio de 2007, tras conocer la iniciativa del Parlamento Europeo de «condenar el Franquismo por frustar las esperanzas de una república que no contaba con otra cosa que una victoria en unas elecciones municipales».

Maternidad

«Las mujeres que abortan deberían ser multadas por negligencia»

Entre sus filas de detractores, entre asturianistas, socialistas e independentistas, no faltaban las feministas. Bueno no dudó en manifestar en multitud de ocasiones su rechazo a la práctica del aborto y llegó a aseverar que la ley de plazos de Zapatero era «más corrupta que el entramado de la Gürtel». Así, acusaba a las mujeres que abortaban de «no haber sabido a tiempo controlar la natalidad» y de «tomarse a broma» la maternidad «amparadas por una ley que puede convertirse en un nuevo método anticonceptivo». En abril de 2009 llegó incluso a plantear que las entonces ministras de Igualdad y Sanidad, Bibiana Aído y Trinidad Jiménez, pretendían «institucionalizar una especie de fábrica de abortos masivos incesante hasta los seis y siete meses de embarazo».

Derechos homosexuales

«El matrimonio gay es motivo suficiente para desacreditar al Gobierno»

Entre los innumerables reconocimientos y galardones que Bueno recibió a lo largo de su dilatada existencia, hubo uno que el pensador no quiso pasar a recoger, como suele suceder con quienes lo reciben. Se trata del Ladrillo Rosa con el que Xente Gai Astur suele 'premiar' a aquellas personas o instituciones que «mantienen actitudes homófobas y discriminatorias hacia el colectivo de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales». Algo que Bueno se ganó 'a pulso' tras mostrar reiteradas veces su rechazo hacia la reforma legislativa que permite el matrimonio homosexual.

Televisión

«'Gran Hermano' es un estudio de hombres como chimpancés»

Pese a estar acostumbrados a las constantes declaraciones polémicas con las que el filósofo agasajaba a los periodistas que acudían a entrevistarle, su interés por 'Gran Hermano', programa que siguió y sobre el que emitió numerosos comentarios, pilló a todos por sorpresa. Más adelante publicaría su libro 'Telebasura y realidad', en el que analizaba el éxito del 'reality'. «La audiencia en la sociedad democrática, es la que manda y la televisión basura tiene que obedecer a esta demanda. Y no ya por razones éticas o morales, sino por razones de simple supervivencia democrática. Lope de Vega, hombre de teatro, conocía las leyes del mercado siglos antes de la televisión: «Si el vulgo es necio, es justo hablarle en necio para darle gusto», señaló en una ocasión.