Esta es la herramienta de inversión que ayuda a todo tipo de ahorradores
La gestión discrecional de carteras ya no es un servicio exclusivo de los grandes patrimonios y atrae a los pequeños inversores. Es una herramienta sencilla y segura para canalizar las inversiones de los ahorradores, sin importar el tamaño de su patrimonio
La inversión es una posibilidad que está al alcance de todas las personas que quieren obtener un rendimiento de sus ahorros y hacerlos crecer de cara al futuro. Tanto si es para preparar la jubilación como para comprar un piso o hacer el viaje soñado, la inversión tiene respuestas para todos los ahorradores. No hay que olvidar que se trata de un instrumento difícil de entender y de manejar, con sus pros y sus contras, lo que crea una barrera invisible que separa a los inversores profesionales de los pequeños inversionistas.
Esas dificultades no impiden que todos podamos invertir, puesto que hay muchas opciones para delegar el destino de esos ahorros en manos de un profesional. Y lo mejor de todo es que hoy en día hay vehículos de inversión que antes estaban disponibles sólo para las grandes rentas pero hoy están al alcance de casi cualquier bolsillo. Ocurre, por ejemplo, con modelos de gestión discrecional de carteras como el de Abanca.
Profesional, transparente y competitivo
La gestión discrecional de carteras es una forma de delegar en un experto las decisiones de compra y venta de activos
La gestión discrecional de carteras (GDC) es, precisamente, una forma de delegar en un experto las decisiones de compra y venta de activos. El inversor debe cerciorarse de que está contratando un servicio profesional, totalmente transparente en la información y, a ser posible, competitivo en su precio.
Este tipo de servicios debe dejar claro en todo momento que su objetivo es atender a clientes interesados en la inversión y, por ende, conscientes del riesgo que pueden asumir. Por eso, en el proceso de contratación se realiza un test de idoneidad y conveniencia que garantiza a la entidad que el cliente tiene conocimientos básicos de los mercados que le permiten entender esos riesgos y las operaciones que se van a hacer en su nombre.
Inversión mínima inicial
Supone una monitorización constante de los mercados y las carteras y un análisis de todos los factores que puedan influir en la evolución del capital
El servicio GDC de Abanca se creó en 2016 y en sus inicios sólo estaba disponible para clientes de banca privada. Tres años más tarde se extendió al resto de clientes y bajó el patrimonio mínimo de entrada hasta los 50.000 euros. El gran salto lo dio hace un año cuando, a raíz de la creación de la cartera Abanca 360, redujo aún más la inversión mínima inicial, y la situó en los 3.000 euros, al alcance de casi cualquier bolsillo.
En el modelo GDC, un equipo de expertos trabaja para tomar las decisiones oportunas y ayudar a conseguir la mayor rentabilidad posible para cada cliente, que tiene su propia cartera. La GDC requiere una monitorización constante de los mercados y las carteras y un análisis de todos los factores que puedan influir en la evolución del capital. Y todo ello, adaptado al perfil de riesgo de cada inversionista.
En manos de profesionales
Para el pequeño ahorrador se trata de una herramienta de inversión sencilla y segura, que le evita tener que estudiarse el complicado mercado de la inversión y tomar decisiones de consecuencias desconocidas e irreversibles. Ponerse en manos de profesionales permite que se adapten perfectamente los objetivos de ahorro y el perfil de riesgo al desempeño de la cartera.
Conscientes de lo que piden sus clientes, los profesionales de GDC de Abanca canalizan sus operaciones a través de una selección de los mejores fondos de inversión de gestión activa y de gestión pasiva (indexados) de la propia entidad, que cargan menores comisiones. Se trata de productos no complejos y fiscalmente eficientes. En cualquier caso, los costes son transparentes, con una comisión explícita por el servicio y la posibilidad de elegir entre una tarifa fija y una mixta.
Sostenibilidad ambiental y social
Un factor que caracteriza las inversiones de GDC de Abanca es su preocupación por la sostenibilidad ambiental y social. Al menos el 75% de las carteras que gestiona se invierte en fondos que promueven estas formas de sostenibilidad o un objetivo de inversión sostenible o de impacto. Además, todas las gestoras con las que trabaja son signatarias de los principios de inversión responsable.
Las inversiones se diferencian siempre por el perfil de riesgo, que en Abanca se diferencia en cuatro opciones para adaptarse a cada cliente y ajustarse a la regulación MIFID II. Así, existen los perfiles conservador, moderado, decidido o arriesgado, con sus líneas rojas en cuanto a factores como el porcentaje máximo de pérdida asumible, la exposición a renta variable y el horizonte temporal estimado para alcanzar su objetivo de rentabilidad. Este es de tres años para las carteras conservadoras y moderadas y de cinco para las decididas y las arriesgadas.
Información periódica
La información es fundamental en cualquier instrumento de inversión. Nadie quiere poner sus ahorros en una entidad que no le informe periódicamente sobre la evolución y la composición de su cartera. Abanca, que compone cada una de ellas con una cesta de entre cinco y diez fondos y va ajustando el porcentaje de cada uno para mejorar su desempeño, envía a sus clientes un informe trimestral para que puedan entender lo que ha ocurrido con su dinero, desde la estrategia a la rentabilidad y el coste que les ha supuesto. También les envía un newsletter mensual que incluye comentarios de los gestores, explicaciones sobre los cambios en las carteras y notas sobre el mercado y sobre eventos de relevancia.
El proceso de contratación de GDC de Abanca es muy sencillo y cómodo, especialmente desde que, en 2021, se simplificó y se abrió a la gestión online. Ya ha pasado un año desde que se formalizó el primer contrato de este servicio a distancia a través del servicio de firma electrónica de la entidad.
Algoritmos e inteligencia artificial
El modelo de inversión que utiliza el servicio GDC de Abanca está basado en Alpha360, que, con quince años de evolución, combina algoritmos e inteligencia artificial con la aportación de los profesionales para generar ideas de inversión que aúnen valores como innovación, calidad, confiabilidad y responsabilidad. Este modelo se aplica en tres estrategias de inversión: Alpha Responsable (criterios ESG), Alpha Exponential Future (megatendencias con una visión más allá del ciclo) y Alpha Cíclica (adaptada a las diferentes fases del ciclo económico). Además, la estrategia retail combina las mejores ideas de cada una de ellas.
Para inversores con más capital ahorrado, la entidad ofrece otras estrategias dentro de su servicio de gestión discrecional de carteras. Es el caso de GDC Multiactivos, diseñado para sus clientes de banca privada, que añade a los fondos de inversión otros productos como acciones, etfs, bonos de deuda y renta fija. También se pueden contratar un seguro de vida ahorro y herramientas de inversión sistemática como el servicio Alpha Ladder, que distribuye las inversiones en el tiempo para promediar el precio de entrada y reducir el riesgo.
La oferta de servicios GDC de Abanca está avalada, a cierre del segundo trimestre de 2022, con un volumen de 1.200 millones de euros gestionado para un total de 13.000 clientes. Muchos de ellos, seguramente, se plantearon un día si podrían convertirse en inversores aunque no tuvieran un gran capital, y qué podían hacer con sus ahorros, y encontraron una respuesta sencilla y segura en la gestión discrecional de carteras.